En las postrimerías
del siglo XIX, cuando el gobierno del General Porfirio Díaz se
encontraba perfectamente consolidado, existió en la antigua cárcel de
Durango, “La Celda de la Muerte”; llamada así, porque al desgraciado que
metían allí, amanecía misteriosamente muerto. Sucedió en esta cárcel,
que fue derrumbada posteriormente, y en lo que hoy es el centro de la
ciudad, un hecho insólito que causó grandes confusiones a los carceleros
y a todas las autoridades. Sucedía que todo preso que se encerraba en
una de las celdas, y a la que tomaron horror, amanecía muerto al
siguiente día, sin que nadie pudiera atinar la causa de ello. Aquella
celda fue elegida para encerrar a los individuos más peligrosos y
criminales. Varios individuos habían muerto ya en aquella celda maldita,
y empezaron a esparcirse mil supersticiones acerca de ella.
Decían que un horrible espectro penetraba a media noche en la celda sin
necesidad de abrirla, y estrangulaba a quien se encontraba dentro. Otros
aseguraban que el ambiente del calabozo estaba envenenado, y no faltó
quien asegurara que diariamente, a eso de las doce de la noche, la celda
era visitada por el diablo que se llevaba el alma del infeliz, a quien
le tocaba la mala suerte de ser asegurado en aquel siniestro calabozo.
La leyenda cuenta que en 1884, en la Hacienda de la Cacaria, vivía un
joven moreno, alto y robusto llamado Juan. Le decían Juan sin miedo
porque era un hombre que no conocía el temor. Un día llegó un perro
rabioso a la hacienda, la población se alarmó y cerró las puertas de sus
casas. En la escuela, el profesor no supo del peligro y les dio salida a
los niños cuando el perro pasaba por allí. Al mirar desde su ventana el
peligro, Juan sacó su escopeta para tirarle al perro y justo cuando le
disparó al animal, una señora llamada Doña Elvira, se atravesó y la bala
le traspasó el pecho muriendo casi instantáneamente. El perro perseguía
a los niños, y Juan en vez de huir, cogió un hacha y golpeó la cabeza
del perro dándole muerte. Juan, rápidamente fue con Doña Elvira y la
cogió en los brazos, pero ya era muy tarde, ella había fallecido. Juan
fue encarcelado y tendría que pagar por su delito con 20 años de
prisión. Después de estar 7 años prisionero en la cárcel de Durango,
llegaron órdenes de sentenciarlo a la Celda de la Muerte. Luego se supo
que el hijo del dueño de la Hacienda de la Cacaria, quería que Juan
muriera para quedarse con su prometida. Cuando el director de la
penitenciaría le preguntó a Juan. ¿qué necesitas?, Juan le contestó: “un
banco, una docena de velas de sebo grandes y una caja de cerillos”.
Cumpliendo con su petición, le entregaron lo que pidió y lo encerraron
en la Celda de la Muerte. Mientras la vela se iba gastando, el joven
comenzó a acordarse de toda su vida. Las horas parecían siglos, y hora
tras hora contaba las campanadas que daba el reloj de la catedral.
Cuando ya el temor lo vencía, prendía la vela unos minutos y veía a su
alrededor. Cual fue su gran sorpresa al ver un enorme alacrán de unos 30
centímetros de largo, que pronto se ocultó en su madriguera. Tomó los
cerillos y apagó la vela, permaneciendo en silencio y dejando
transcurrir el tiempo. El problema se concretaba en matar al animal, o
cuando menos, no dejarse picar. Cuando el reloj sonó a las 5 de la
mañana, encendió el cerillo y el cúbito de su última vela y miró el
enorme alacrán que estaba a un paso de su banco; sin pensarlo mucho, se
quitó el sombrero y lo arrojó sobre el animal, al ver que lo había
atrapado, puso el banco sobre el ala del sombrero, asegurándose de que
el arácnido no escapara. Se volvió a quedar a obscuras, y por unos
minutos lloró sin poder contenerse. De lejos, se escucharon los pasos de
los camilleros que venían por el cadáver de Juan para enterrarlo. Juan,
con modestia después de saludarles, les pidió que le ayudaran a sacar
al alacrán asesino. Juan fue indultado y puesto en libertad por su
hazaña, volvió a la Cacaria y se casó con Lupe. El calabozo dejó de ser
la Celda de la Muerte, y volvió a su antiguo nombre: “La celda de San
Juan”. En la actualidad no existe la cárcel, ni se sabe el lugar exacto
de los acontecimientos.
Fuente: http://www.gogol.com.mx/wp/leyenda-del-alacran-de-durango/
jueves, 3 de julio de 2014
lunes, 23 de junio de 2014
El cura y el gato, leyenda de Mérida, Yucatán
Cuenta una historia
que en la esquina de las calles 67 por 60, que a finales del siglo
XIX, en la época porfiriana. Se dice que en el predio donde actualmente
se ubica una panadería residía un cura de nombre Bernardo Briceño,
quien era párroco de la iglesia de San Juan y vivía solo.
El padre Bernardo, de unos 70 y tantos años, era de carácter agrio y amargado y poco afecto a tener animales, como gatos o perros. Sólo tenía un canario.
Doña Rosita, una de sus vecinas, le hacía la limpieza de la casa y también le llevaba su comida, la cual le dejaba todos los días sobre la mesa.
Pero desde un tiempo atrás el religioso había tenido algunos roces con un vecino, un tahonero de nombre don Anselmo, que tenía numerosos gatos en su panadería para ahuyentar a los ratones que se comían la harina y el azúcar que le servían para fabricar sus panes, porque los felinos se metían a la casa del cura y en ocasiones se comían sus alimentos, y hasta una vez derribaron la jaula del canario y cerca estuvieron de matarlo, a no ser del oportuno arribo de doña Rosita, que logró salvar al pobre pajarillo.
Pero uno de esos maulladores, al que el panadero llamaba "Pudín", era
el más molestoso y continuamente entraba a la casa, tiraba cosas y le
robaba la comida al padrecito.
Y fue un domingo que después de dar misa en San Juan que el cura llegó a su casa hambriento, dispuesto a saborear el hirviente y sabroso potaje que doña Rosita le había dejado servido sobre la mesa. Y cuál fue su sorpresa que encontró a "Pudín" devorando su comida.
Furioso, el hombre de la sotana intentó acabar con el gato, el cual, asustado se fue a esconder a una de las habitaciones. Entonces, el padre tomó la tranca con la que aseguraba la puerta, dispuesto a golpear al felino, que se había subido sobre un viejo armario, y cuando el cura se disponía a darle un trancazo definitivo, la pequeña fiera, al sentirse acorralada, se la abalanzó al anciano, dándole un certero arañazo en el cuello, con tanto tino que le cortó la yugular. El viejo cura comenzó a sangrar profusamente y terminó desvaneciéndose.
El lunes por la mañana, doña Rosita, como era su costumbre, se presentó en la casa del cura y al entrar se encontró con la macabra escena. El padre Bernardo estaba tirado en el piso en medio de un charco de sangre, mientras el gato asesino lamía el cuello del muerto...
(Fuente: "Esquinas de Mérida y otras leyendas", de Eduardo Azanar D. y narraciones familiares)
El padre Bernardo, de unos 70 y tantos años, era de carácter agrio y amargado y poco afecto a tener animales, como gatos o perros. Sólo tenía un canario.
Doña Rosita, una de sus vecinas, le hacía la limpieza de la casa y también le llevaba su comida, la cual le dejaba todos los días sobre la mesa.
Pero desde un tiempo atrás el religioso había tenido algunos roces con un vecino, un tahonero de nombre don Anselmo, que tenía numerosos gatos en su panadería para ahuyentar a los ratones que se comían la harina y el azúcar que le servían para fabricar sus panes, porque los felinos se metían a la casa del cura y en ocasiones se comían sus alimentos, y hasta una vez derribaron la jaula del canario y cerca estuvieron de matarlo, a no ser del oportuno arribo de doña Rosita, que logró salvar al pobre pajarillo.
Y fue un domingo que después de dar misa en San Juan que el cura llegó a su casa hambriento, dispuesto a saborear el hirviente y sabroso potaje que doña Rosita le había dejado servido sobre la mesa. Y cuál fue su sorpresa que encontró a "Pudín" devorando su comida.
Furioso, el hombre de la sotana intentó acabar con el gato, el cual, asustado se fue a esconder a una de las habitaciones. Entonces, el padre tomó la tranca con la que aseguraba la puerta, dispuesto a golpear al felino, que se había subido sobre un viejo armario, y cuando el cura se disponía a darle un trancazo definitivo, la pequeña fiera, al sentirse acorralada, se la abalanzó al anciano, dándole un certero arañazo en el cuello, con tanto tino que le cortó la yugular. El viejo cura comenzó a sangrar profusamente y terminó desvaneciéndose.
El lunes por la mañana, doña Rosita, como era su costumbre, se presentó en la casa del cura y al entrar se encontró con la macabra escena. El padre Bernardo estaba tirado en el piso en medio de un charco de sangre, mientras el gato asesino lamía el cuello del muerto...
(Fuente: "Esquinas de Mérida y otras leyendas", de Eduardo Azanar D. y narraciones familiares)
lunes, 16 de junio de 2014
La calle de Don Juan Manuel

Cuenta la leyenda, que un devoto y piadoso caballero, Don Juan Manuel de Solórzano, hizo pacto con el diablo cegado por los celos y las sospechas de que su hermosa mujer le fuera infiel. Una vez que el maligno hizo su aparición, le pidió a don Juan Manuel que a partir de ese día, al llegar las once de la noche, saliera alportal de su casa y al primer transeunte que cruzara por dicho umbral lo asesinara, y el diablo le haría saber si ese caballero era el que habia manchado su honor apareciendo al lado del cadaver.
Los crímenes
A partir de entonces, todas las mañanas la ronda encontraba frente a la puerta de la casa de Don Juan Manuel, el cadaver de un caballero asesinado de certera puñalada, causando gran revuelo y honda preocupación entre los habitantes de la noble y leal ciudad de México.El revuelo causado por los misteriosos asesinatos era el tema de conversación en la capital de la nueva España, creando en los nobles hidalgos tal temor, que llegada la hora nona, evitaban pasar por dicha calle para eludir el fatídico destino que habian sufrido muchos caballeros en días anteriores.
Dichoso usted que conoce la hora en que muere!
Don Juan Manuel en cambio, noche con noche salía de su casa, bajaba las escaleras, atravesaba el patio, abría el póstigo del zaguán, se recargaba en el muro y envuelto en su capa, esperaba tranquilo a su próxima víctima. En esos tiempos no había alumbrado público, por lo que en medio de la oscuridad y del silencio de la noche, al oirse pasos lejanos y luego ver aparecer vagamente el bulto de un transeunte despistado, Don Juan se le acercaba y le preguntaba la hora, al responder el atolondrado transeunte que eran las once de la noche, Don Juan, sacando un puñal de entre sus ropas, se avalanzaba sobre él, se escuchaba un grito sofocado, el golpe de un cuerpo que caía, y entonces, el asesino, mudo, impasible, retornaba al interior de su casa a recogerse a sus habitaciones como si nada hubiera pasado.La equivocación
El terrible asesino solo culminó su obra cuando un buen día, condujo la ronda un cadáver directamente a la casa de Don Juan Manuel, y cual sería la sorpresa del caballero al reconocer que el difunto era su sobrino, el cual había mandado traer de España hacía poco para ayudarle a administrar sus bienes, al que tanto quería y al que debía la conservación de su fortuna. Al ver lo que había hecho, Don Juan tuvo un terrible remordimiento y fue hasta entonces que se dio cuenta de la magnitud de su pecado.Arrepentido, pálido y tembloroso, fue al convento de San Francisco (ubicado en la hoy calle de Madero, justo enfrente de la casa de los azulejos en el centro histórico de la cd de México), entró a la celda de un sabio y santo religioso, le confesó uno a uno todos sus pecados, todos sus crímenes, engendrados por los celos y alentados por el espíritu de Lucifer, quien a cambio de su alma le indicaría al que le había deshonrado.
La penitencia
El santo religioso le escucho con la tranquilidad de un juez y la serenidad del justo, despues de lo cual le pidió que como penitencia, asistiera durante tres noches seguidas a rezar al pie de la horca, en punto de las once de la noche, para poder expiar sus culpas y ganarse la absolución de sus terribles crímenes.No bien había terminado de rezar el rosario durante la primera noche, cuando lleno de espanto escuchó que una voz sepulcral en adolorido lamento suplicaba por un padre nuestro y un Ave María por el alma de Don Juan Manuel. Mudo de terror, se puso enseguida de pie y regreso a su casa, donde despues de pasar la noche en vela, esperó el alba para correr a comunicarle a su confesor lo que le había pasado.
El justo fraile, convencido de que la experiencia era parte de su expiación, y que se trataba de un buen indicio, le reconfortó y le mandó que regresara esa misma noche a continuar con su penitencia, y que si volvía a ocurrir lo que la noche anterior, no se atemorizara y haciendo la señal de la cruz, continuara con sus rezos hasta terminar el rosario.
Humilde que era Don Juan, sumiso y obediente regreso al cadalzo en punto de las once, pero aún no comenzaba a rezar, cuando un cortejo fúnebre de fantasmas que conducía su cadáver en un ataúd paso frente a él, reconociendo a sus víctimas, que lamentándose lo conducían ahora a él a su tumba. Corriendo tembloroso y desencajado, llegó el penitente a la celda de su confesor, suplicándole que antes de terminar su tercera noche, le concediera la absolución para el descanso de su alma.
El religioso, conmovido ante la situación y juzgando que sería falto de caridad al retardar más el perdón, le absolvió al fín, no sin antes exigirle que terminara su penitencia esa misma noche, yendo a rezar el rosario que le faltaba a los pies de la horca.
El trágico final
¿Qué ocurrió esa última noche? nadie lo sabe, solo se pudo ver a la mañana siguiente, colgando de la horca pública, el cadáver del que fuera el muy rico señor Don Juan Manuel de Solórzano, gran amigo del virrey el señor Marques de Cadereita (sic). El pueblo atribuyó la ejecución del arrepentido asesino a los ángeles, y la tradición lo ha repetido y lo seguirá repitiendo por los siglos de los siglos, aunque muchas voces, subrepticiamente, en discretas y marginadas conversaciones, creían que a Don Juan Manuel lo habían eliminado sus enemigos políticos, que aprovechando la situación dieron cuenta de su rival atribuyendo a la corte celestial su público castigo.Fuente: http://suite101.net/article/la-calle-de-don-juan-manuel-leyenda-colonial-mexicana-a80702#.U5-3ypwkQsc
martes, 10 de junio de 2014
La carreta con oro de Pancho Villa
(Leyenda de El Chilfón, municipio de Saltillo, Coahuila)
A pocos kilómetros de Saltillo rumbo a
General Cepeda se ubica el casco de una hacienda que se llama El
Chiflón. Parece ser que no fue una hacienda muy importante desde el
punto de vista territorial, pero es famosa porque hay allí un cañón
donde se forman cascadas. Hay también pinturas rupestres y petroglifos,
lo que le da una variante de interés prehispánico. Además, en
territorios que fueron de esta hacienda se han descubierto osamentas de
mamuts y dinosaurios, por lo que tiene también un añadido interés
prehistórico y paleontológico. Leyenda encontrada en el blog de Homero
Adame.
Cuenta una leyenda que en el cañón de El
Chiflón hay una poza muy profunda donde se encuentra sumergida una
carreta cargada de oro. Según la leyenda, fue el mismo Pancho Villa
quien aventó esa carreta a la poza porque lo venían siguiendo las
fuerzas federales y de tal manera escondió aquel oro.
Mucha gente, picada por la curiosidad
que genera esta leyenda, ha llegado preguntando qué tan cierta es y
algunas personas incluso han traído equipo de buceo para explorar las
pozas (son varias) con el propósito de encontrar el tesoro legendario.
Se dice que una de las pozas es muy profunda, pero esto jamás se ha
comprobado.
Cuentan que hace muchos años llegó un
gringo a la pequeña hacienda porque pretendía filmar una película en ese
lugar. Le explicó al dueño el tema de la película, quiénes serían los
actores, cuánto le pagaría por permitirle utilizar su propiedad y cosas
por el estilo. El hacendado no estaba muy convencido de las
intenciones del gringo y le dijo: “A ver, vamos al grano y dígame a qué
ha venido exactamente”. El gringo siguió explicando que era un
director de cine y que quería hacer una película histórica sobre Pancho
Villa. El hacendado no terminaba de convencerse e insistió en que él y
gringo le dijera cuáles eran sus verdaderas intenciones. Como éste se
dio cuenta de que aquél no le creía, entonces le dijo que su intención
era la de sacar el tesoro de Pancho Villa porque sabía que era muy
grande y rico, y estaba seguro de poder lograrlo porque contaba con el
equipo y la tecnología sin importar a qué profundidad estuviera la
carreta.
El hacendado entonces le preguntó que en
caso de hallar el tesoro qué le tocaba a él. El gringo respondió que
la mitad y dijo que se lo firmaba para que no hubiera duda. Sin decir
mucho más, el hacendado le dijo al gringo: “Si ese tesoro está en
verdad ahí, ¿para qué lo reparto? Mejor lo saco yo y me quedo con
todo.” Leyenda encontrada en
Nota: En 1966 se rodó en El Chiflón un segmento de la película mexicana El alma grande del desierto, dirigida por Rogelio González.
Fuente:http://adameleyendas.wordpress.com/2010/11/23/mitos-y-leyendas-de-coahuila-la-carreta-con-oro-de-pancho-villa/
Fuente:http://adameleyendas.wordpress.com/2010/11/23/mitos-y-leyendas-de-coahuila-la-carreta-con-oro-de-pancho-villa/
lunes, 2 de junio de 2014
Las brujas de Naica, Chihuahua

Se dice que la capital mundial de las brujas, es un pequeño poblado de chihuahua (norte de mexico, frontera con USA) llamado Naica.
Naica es una comunidad minera, donde, a partir de las 10:30 pm, todo mundo debe de estar dentro de su casa, a partir de esa hora salen las brujas. Es impresionante, ver el temor de estas personas, en la noche, se ven salir de las minas, unas bolas de fuego, del tamaño mas o menos, de un ballon de basket ball. se dice que son las brujas.
El 31 de Octubre, se cancelan las clases, y generalmente, la gente se va y pasa todo el dia en otras ciudades aledañas (cercanas) ya que este dia, es el unico dia donde se reportan desapariciones, sobretodo de niñas.
Fuentes:
Imagen de Wikipedia
http://bajoelestigmadelquintoinfierno.blogspot.mx/2010/01/brujas-casas-hospitales-leyendas-de.html
viernes, 23 de mayo de 2014
El pirata barbilla
Durante la época colonial en México, vivía un hombre muy rico, dueño de
muchas tierras en la región de Campeche junto con su hermosa hija, a
la cual cuidaba demasiado porque con su gran belleza enamoraba a
cualquiera que la miraba pasar.
El padre tenía un rencor profundo hacia los piratas, los mismos que una vez le habían arrebatado a su esposa cuando ambos viajaban en barco. Un día la hija le confeso a su padre que estaba enamorada de un hombre el cual decía ser parte de una familia rica en Cuba, claro que el padre rápidamente se interpuso ante alguna relación que pudiera tener su hija y prohibió que lo volviera a ver, sin embargo un día el padre encontró aquel hombre en la recamara de su hija junto a ella, el padre enfurecido saco su espada y ataco al hombre, quien respondió rápidamente desenvainando su espada y defendiéndose del padre, después de una larga batalla el padre de la joven cayó, pero sin antes descubrir que aquel hombre no era parte de una familia rica, sino que era un pirata conocido como barbilla. Al ver la muerte de su padre la joven levanto la espada de su padre y atravesó al pirata con ella, después de esto la joven decidió donar su fortuna y convertirse en monja.
El padre tenía un rencor profundo hacia los piratas, los mismos que una vez le habían arrebatado a su esposa cuando ambos viajaban en barco. Un día la hija le confeso a su padre que estaba enamorada de un hombre el cual decía ser parte de una familia rica en Cuba, claro que el padre rápidamente se interpuso ante alguna relación que pudiera tener su hija y prohibió que lo volviera a ver, sin embargo un día el padre encontró aquel hombre en la recamara de su hija junto a ella, el padre enfurecido saco su espada y ataco al hombre, quien respondió rápidamente desenvainando su espada y defendiéndose del padre, después de una larga batalla el padre de la joven cayó, pero sin antes descubrir que aquel hombre no era parte de una familia rica, sino que era un pirata conocido como barbilla. Al ver la muerte de su padre la joven levanto la espada de su padre y atravesó al pirata con ella, después de esto la joven decidió donar su fortuna y convertirse en monja.
viernes, 16 de mayo de 2014
La leyenda de la carreta de San Pascualito
By Jesús Torija Pineda / 10/14/2010

Haya por los años 1890 o 1900 era muy conocida la leyenda de la carreta de San Pascualito, les contaré mi experiencia con San Pascualito.
Una noche húmeda y cálida como siempre en Chiapas,para ser mas exacto en un pueblito llamado Tehuacan pasando el municipio de Cintalapa, si mal no recuerdo en los meses de marzo o abril, platicando con mi abuela acerca de cuentos y leyendas, y tras tanta insistencia ella se animó a contarme una de las tantas leyendas que sus abuelos le habian contado: la de San Pascualito.
Entusiasmado me senté a escuchar el increible relato que por mucho tiempo habia anhelado, asi pasaron horas de platica y la vez atención que pocas veces le prestaba a mi viejita. Pero llegó la hora de dormir y a pesar del miedo que sentía inconscientemente me hice el valiente para dormir solo en un cuarto de aspecto sombrio, espelusnante y tenebroso.
Cual fue mi sorpresa, en plena madrugada me levanté por un vaso de agua, eran como las 2 de la mañana, aclaro que estaba en un ranchito asi que ya imaginaran el tipo de casa: de madera vieja, rechinidos por doquier, olores raros y bichos por todos lados.
Pero asi trastabillando llegue a mi cama improvisada pegada a la pared que estaba a ras de calle. Al recostarme escuche claramente a lo lejos un ruido, si increible un ruido de una carreta, de una carreta jalada mínimo por un caballo.
Al momento que lo escuche entre en shock, como iba a poder ser real una leyenda que según yo era para espantar niños, cada vez escuchaba mas cerca el rechinido de las llantas de madera en las piedras de la calle, y el andar de la bestia que la halaba.
No podia ni con mi alma, el miedo cubrio todo mi cuerpo, empecé a sudar frio, pero como dicen la curiosidad mato al gato, logré asomarme unos centímetros a la venta para ver que iba en la calle.
Nunca he podido borrar la imagen tan extraña cosa, era una especie de carreta de madera jalada por un caballo, mas bien una silueta de caballo y arriba un sombra profundamente negra que la conducia sosteniendo en su mano derecha una especie de haza puntiaguda.
De inmediato me tire al colchón y me puse a rezar por cualquier cosa nos fuera a ser la de malas y asi me agarro el sueño.
Al otro día le conté a mi abuela y claramente me recordó algo, San Pascualito es la muerte, el se encarga de venir por los que ya estan muertos en vida, aquellos que ya no deben de estar en esta tierra, aquel que lo ve de seguro se lo lleva, se enferma y regresa por él.
Fuente: http://todochiapas.mx/2010/10/la-leyenda-de-la-carreta-de-san-pascualito/

Haya por los años 1890 o 1900 era muy conocida la leyenda de la carreta de San Pascualito, les contaré mi experiencia con San Pascualito.
Una noche húmeda y cálida como siempre en Chiapas,para ser mas exacto en un pueblito llamado Tehuacan pasando el municipio de Cintalapa, si mal no recuerdo en los meses de marzo o abril, platicando con mi abuela acerca de cuentos y leyendas, y tras tanta insistencia ella se animó a contarme una de las tantas leyendas que sus abuelos le habian contado: la de San Pascualito.
Entusiasmado me senté a escuchar el increible relato que por mucho tiempo habia anhelado, asi pasaron horas de platica y la vez atención que pocas veces le prestaba a mi viejita. Pero llegó la hora de dormir y a pesar del miedo que sentía inconscientemente me hice el valiente para dormir solo en un cuarto de aspecto sombrio, espelusnante y tenebroso.
Cual fue mi sorpresa, en plena madrugada me levanté por un vaso de agua, eran como las 2 de la mañana, aclaro que estaba en un ranchito asi que ya imaginaran el tipo de casa: de madera vieja, rechinidos por doquier, olores raros y bichos por todos lados.
Pero asi trastabillando llegue a mi cama improvisada pegada a la pared que estaba a ras de calle. Al recostarme escuche claramente a lo lejos un ruido, si increible un ruido de una carreta, de una carreta jalada mínimo por un caballo.
Al momento que lo escuche entre en shock, como iba a poder ser real una leyenda que según yo era para espantar niños, cada vez escuchaba mas cerca el rechinido de las llantas de madera en las piedras de la calle, y el andar de la bestia que la halaba.
No podia ni con mi alma, el miedo cubrio todo mi cuerpo, empecé a sudar frio, pero como dicen la curiosidad mato al gato, logré asomarme unos centímetros a la venta para ver que iba en la calle.
Nunca he podido borrar la imagen tan extraña cosa, era una especie de carreta de madera jalada por un caballo, mas bien una silueta de caballo y arriba un sombra profundamente negra que la conducia sosteniendo en su mano derecha una especie de haza puntiaguda.
De inmediato me tire al colchón y me puse a rezar por cualquier cosa nos fuera a ser la de malas y asi me agarro el sueño.
Al otro día le conté a mi abuela y claramente me recordó algo, San Pascualito es la muerte, el se encarga de venir por los que ya estan muertos en vida, aquellos que ya no deben de estar en esta tierra, aquel que lo ve de seguro se lo lleva, se enferma y regresa por él.
Fuente: http://todochiapas.mx/2010/10/la-leyenda-de-la-carreta-de-san-pascualito/
viernes, 9 de mayo de 2014
La Esquina del perro
Leyenda de Campeche

En el siglo XVI vivía en Campeche un hombre llamado Tristán, el cual era conocido por su riqueza así como también por ser ateo, algo que en aquella época era algo muy raro, él vivía junto a su esposa y su hija Ofelia, también los acompañaba un perro llamado Márquez.
Un día Tristán se despertó al escuchar los ladridos de Márquez, rápidamente se armó con su escopeta pensando que un ladrón había entrado a su casa y fue en busca de Márquez, cuando llego miro al perro ladrando a una figura que rápidamente se escondió entre los arbustos, Tristán pensó que solo era un perro de algún vecino y regreso a dormir. Al día siguiente volvió a ser despertado por los ladridos de Márquez, pero esta vez también escuchaba los ruidos de otro animal, al ir hacia los ruidos descubrió que Márquez se encontraba defendiendo a su hija de un extraño animal gigantesco el cual estaba cubierto de sangre por las mordidas causadas por Márquez, al ver esto la esposa de Tristán comenzó a rezar, y el animal se fue rápidamente como si los rezos le causaran algún dolor, afortunadamente Ofelia se encontraba bien, pero su fiel perro no soporto las heridas causadas durante la batalla y murió tiempo después.
En agradecimiento don Tristán mando a construir una estatua en la azotea de su casa con la forma de su heroico perro.

En el siglo XVI vivía en Campeche un hombre llamado Tristán, el cual era conocido por su riqueza así como también por ser ateo, algo que en aquella época era algo muy raro, él vivía junto a su esposa y su hija Ofelia, también los acompañaba un perro llamado Márquez.
Un día Tristán se despertó al escuchar los ladridos de Márquez, rápidamente se armó con su escopeta pensando que un ladrón había entrado a su casa y fue en busca de Márquez, cuando llego miro al perro ladrando a una figura que rápidamente se escondió entre los arbustos, Tristán pensó que solo era un perro de algún vecino y regreso a dormir. Al día siguiente volvió a ser despertado por los ladridos de Márquez, pero esta vez también escuchaba los ruidos de otro animal, al ir hacia los ruidos descubrió que Márquez se encontraba defendiendo a su hija de un extraño animal gigantesco el cual estaba cubierto de sangre por las mordidas causadas por Márquez, al ver esto la esposa de Tristán comenzó a rezar, y el animal se fue rápidamente como si los rezos le causaran algún dolor, afortunadamente Ofelia se encontraba bien, pero su fiel perro no soporto las heridas causadas durante la batalla y murió tiempo después.
En agradecimiento don Tristán mando a construir una estatua en la azotea de su casa con la forma de su heroico perro.
viernes, 2 de mayo de 2014
Un Conejo en la Luna (Leyenda Maya)

Por: Nadia Boyko
Una antigua leyenda maya intenta explicar el porqué
de esa forma animal que se adivina de noche si miramos hacia el astro
nocturno. Las sombras de los cráteres en la escarpada superficie lunar,
según los precolombinos, simulan un conejo en movimiento, saltando.
La vieja leyenda dice:
Quetzalcóatl, el dios grande y bueno, se fue a viajar
una vez por el mundo en figura de hombre. Como había caminado todo un
día, a la caída de la tarde se sintió fatigado y con hambre. Pero
todavía siguió caminando, hasta que las estrellas comenzaron a brillar y
la luna se asomó a la ventana de los cielos. Entonces se sentó a la
orilla del camino, y estaba allí descansando, cuando vio a un conejito
que había salido a cenar.
-¿Qué estás comiendo?, -le preguntó.
-Estoy comiendo zacate. ¿Quieres un poco?
-Gracias, pero yo no como zacate.
-¿Qué vas a hacer entonces?
-Morirme tal vez de hambre y sed.
El conejito se acercó a Quetzalcóatl y le dijo:
-Mira, yo no soy más que un conejito, pero si tienes hambre, cómeme, estoy aquí.
Entonces el dios acarició al conejito y le dijo:
- Tú no serás más que un conejito, pero todo el mundo, para siempre, se ha de acordar de ti.
Y lo levantó alto, muy alto, hasta la luna, donde quedó estampada la figura del conejo. Después el dios lo bajó a la tierra y le dijo:
-Ahí tienes tu retrato en luz, para todos los hombres y para todos los tiempos.

-Estoy comiendo zacate. ¿Quieres un poco?
-Gracias, pero yo no como zacate.
-¿Qué vas a hacer entonces?
-Morirme tal vez de hambre y sed.
El conejito se acercó a Quetzalcóatl y le dijo:
-Mira, yo no soy más que un conejito, pero si tienes hambre, cómeme, estoy aquí.
Entonces el dios acarició al conejito y le dijo:
- Tú no serás más que un conejito, pero todo el mundo, para siempre, se ha de acordar de ti.
Y lo levantó alto, muy alto, hasta la luna, donde quedó estampada la figura del conejo. Después el dios lo bajó a la tierra y le dijo:
-Ahí tienes tu retrato en luz, para todos los hombres y para todos los tiempos.

La mancha oscura que forma su cabeza se llama Mar de
la Tranquilidad (1) y en el 21 de julio de 1969 la nave Apollo 11,
primer nave tripulada en llegar a la Luna alunizó allí. La oreja
izquierda del conejo es el Mar de la Fecundidad (2) y la oreja derecha
se llama Mar del Néctar (3).
Igualmente identificables a simple vista son algunos
de sus grandes cráteres, producidos por la colisión de aerolitos tales
como: Kepler(4), situado al borde del Océano de las Tormentas (5),
Copérnico (6), Archímedes (7), situado en el “Mar de la Lluvia” (abdomen
del conejo), el Mar de la Crisis (8) y muchos más.
Fuente: http://nayita.wordpress.com/2007/08/03/un-conejo-en-la-luna-leyenda-maya/
Fuente: http://nayita.wordpress.com/2007/08/03/un-conejo-en-la-luna-leyenda-maya/
miércoles, 30 de abril de 2014
El callejon del diablo en Monclova
Por Silvia Mancha

Monclova, Coah.- Después que la Santa Inquisición se enfrascara en una cruenta lucha contra las brujas de Monclova, cansado el diablo de esperar en los márgenes del Río Monclova donde comúnmente sostenían sus entrevistas, una noche decidió salir en la búsqueda de sus seguidoras.
Cuentan que esa noche no fue como ninguna de las estrelladas de la ciudad, sino que anocheció más temprano, fue un cielo huérfano de estrellas y las únicas luces que se veían eran los quinqués encendidos que se dejaban ver por las ventanas de las casonas del Monclova antiguo.
En sus andares por la ciudad de los márgenes del río, rumbo a la Plaza Principal donde se había enterado estaban castigando a sus seguidoras, el maligno eligió uno de los muchos callejones de lo que ahora es el centro de la ciudad, el cual se resplandeció por la flama que parecía envolverlo a su paso.
En la época colonial, en Monclova únicamente eran calles las que corren de sur a norte, de acuerdo al historiador Juan Blackaller, y las demás que van de oriente a poniente eran los callejones.
Cuentan quienes lo vieron, que era un hombre bien parecido que llevaba un gato negro en sus brazos, tal como relata la historia, y se presentaba en sus entrevistas con las brujas de Monclova en los márgenes del río.
Desde entonces, la gente religiosa pugnó mucho tiempo para que le quitaran el nombre del Callejón del Diablo porque invocaba al maligno, de modo que le pusieron el Callejón del Golpe, el Callejón del Río, el Callejón del Águila, pero poco después del año 1850, las autoridades eclesiásticas decidieron intervenir y le pusieron el callejón de San Juan.
“Hay en el Archivo Municipal una declaración de bienes de un señor llamado Manuel Castillo que me parece muy simpática, porque dice que tiene su morada de tantos cuartos situada en el Callejón del Diablo, alias Callejón de San Juan”, contó el historiador Juan Blackaller.
También comenta que “fui y le pregunté a la gente de ahí, ¿Cómo se llama aquí? dijeron se llama el Callejón del Diablo, pero que Carlos Páez le puso Jesús Barrera”.
Y es que hay quienes aseguran que de cuando en cuando, la calle Jesús Barrera sin más presenta una iluminación inusual por las noches, atreviéndose algunos a señalar que es porque el Diablo va pasando en busca de sus seguidoras.
UNA VERSIÓN MÁS
Otra versión de la leyenda del Callejón del Diablo en la zona centro de Monclova, es que en una madrugada, en tiempos de la Colonia, unos hombres estaban jugando a la baraja en una casona en lo que ahora es la calle Barrera, que conduce al parque Xochipilli I, pero antes topaba con el Río Monclova.
Cuentan que a las tres de la mañana uno de los jugadores estaba ganando continuamente y dijo: “A mí ni el diablo me gana”, y en eso entró un señor y le dijo “Yo soy el Diablo, vamos a jugar”, y se levantaron todos corriendo despavoridos por la maligna aparición.
Fuente: http://www.zocalo.com.mx/seccion/articulo/Leyendas-de-Monclova-El-Callejon-del-Diablo

Monclova, Coah.- Después que la Santa Inquisición se enfrascara en una cruenta lucha contra las brujas de Monclova, cansado el diablo de esperar en los márgenes del Río Monclova donde comúnmente sostenían sus entrevistas, una noche decidió salir en la búsqueda de sus seguidoras.
Cuentan que esa noche no fue como ninguna de las estrelladas de la ciudad, sino que anocheció más temprano, fue un cielo huérfano de estrellas y las únicas luces que se veían eran los quinqués encendidos que se dejaban ver por las ventanas de las casonas del Monclova antiguo.
En sus andares por la ciudad de los márgenes del río, rumbo a la Plaza Principal donde se había enterado estaban castigando a sus seguidoras, el maligno eligió uno de los muchos callejones de lo que ahora es el centro de la ciudad, el cual se resplandeció por la flama que parecía envolverlo a su paso.
En la época colonial, en Monclova únicamente eran calles las que corren de sur a norte, de acuerdo al historiador Juan Blackaller, y las demás que van de oriente a poniente eran los callejones.
Cuentan quienes lo vieron, que era un hombre bien parecido que llevaba un gato negro en sus brazos, tal como relata la historia, y se presentaba en sus entrevistas con las brujas de Monclova en los márgenes del río.
Desde entonces, la gente religiosa pugnó mucho tiempo para que le quitaran el nombre del Callejón del Diablo porque invocaba al maligno, de modo que le pusieron el Callejón del Golpe, el Callejón del Río, el Callejón del Águila, pero poco después del año 1850, las autoridades eclesiásticas decidieron intervenir y le pusieron el callejón de San Juan.
“Hay en el Archivo Municipal una declaración de bienes de un señor llamado Manuel Castillo que me parece muy simpática, porque dice que tiene su morada de tantos cuartos situada en el Callejón del Diablo, alias Callejón de San Juan”, contó el historiador Juan Blackaller.
También comenta que “fui y le pregunté a la gente de ahí, ¿Cómo se llama aquí? dijeron se llama el Callejón del Diablo, pero que Carlos Páez le puso Jesús Barrera”.
Y es que hay quienes aseguran que de cuando en cuando, la calle Jesús Barrera sin más presenta una iluminación inusual por las noches, atreviéndose algunos a señalar que es porque el Diablo va pasando en busca de sus seguidoras.
UNA VERSIÓN MÁS
Otra versión de la leyenda del Callejón del Diablo en la zona centro de Monclova, es que en una madrugada, en tiempos de la Colonia, unos hombres estaban jugando a la baraja en una casona en lo que ahora es la calle Barrera, que conduce al parque Xochipilli I, pero antes topaba con el Río Monclova.
Cuentan que a las tres de la mañana uno de los jugadores estaba ganando continuamente y dijo: “A mí ni el diablo me gana”, y en eso entró un señor y le dijo “Yo soy el Diablo, vamos a jugar”, y se levantaron todos corriendo despavoridos por la maligna aparición.
Fuente: http://www.zocalo.com.mx/seccion/articulo/Leyendas-de-Monclova-El-Callejon-del-Diablo
viernes, 25 de abril de 2014
Historia del Paricutín Michoacan
Por: Sergio Fitch Watkins y Margarita Cervi

Foto: Eric Fortin
Volcán Parícutin, (Michoacán).
En 1943 el pueblo de San Juan quedó sepultado por la lava del Paricutín, el volcán más joven del mundo. ¿Lo conoces?
Cuando era niño llegué a oír historias acerca del nacimiento de un volcán en medio de un campo de maíz; de la erupción que destruyó el pueblo de San Juan (ahora San Juan Quemado), y de cenizas que llegaron hasta la ciudad de México. Así fue como me interesé en el Paricutín, y aunque en aquellos años no tuve oportunidad de conocerlo, nunca salió de mi mente el ir alguna vez.
Muchos años después, por cuestiones de trabajo, tuve la oportunidad de llevar a dos grupos de turistas estadunidenses que deseaban caminar por el área del volcán y, si las condiciones lo permitían, ascenderlo.
La primera vez que fui, nos fue un poco difícil llegar al pueblo desde el cual se visita el Paricutín: Angahuan. Los caminos eran de terracería y en el pueblo apenas hablaban algo de español (aún ahora sus habitantes hablan más el purépecha, su lengua natal, que ningún otro idioma; de hecho, ellos nombran al famoso volcán respetando su nombre purépecha: Parikutini).
Una vez en Angahuan contratamos los servicios de un guía local y un par de caballos, y comenzamos la caminata. Nos tomó cerca de una hora llegar al sitio donde se encontraba el pueblo de San Juan, que fuera sepultado por la erupción en 1943. Se encuentra casi al borde del campo de lava y lo único que queda visible de este lugar es la parte frontal de la iglesia con una torre que permaneció intacta, parte de la segunda torre, también del frente, pero que se derrumbó, y la parte posterior de ésta, donde se encontraba el atrio, que también se salvó.
El guía local nos contó algunas historias de la erupción, de la iglesia y de toda la gente que murió en ella. Algunos de los estadounidenses se mostraban muy impresionados por la vista del volcán, el campo de lava y el tétrico espectáculo de los restos de esta iglesia que aún quedan.
Después, el guía nos habló de un lugar donde se supone que aún corre lava; nos preguntó si nos gustaría visitarlo y de inmediato dijimos que sí. Nos condujo por pequeñas veredas entre el bosque y luego por el pedregal hasta llegar al lugar. El espectáculo era impresionante: entre algunas fisuras en las rocas salía un calor fortísimo y seco, a tal grado que no podíamos pararnos muy cerca de ellas porque sentíamos abrasarnos, y aunque la lava no se veía, no quedaba duda de que por debajo de la tierra, ésta continuaba corriendo. Seguimos deambulando por el pedregal hasta que el guía nos condujo a la base del cono volcánico, a lo que sería su lado derecho visto desde Angahuan, y en un par de horas estábamos en la cima.
La segunda vez que ascendí al Paricutín, llevaba conmigo a un grupo de estadunidenses entre los que se encontraba una señora de 70 años.
Una vez más contratamos un guía local, al cual le insistí que necesitaba encontrar una ruta más fácil para ascender al volcán debido a la edad de la señora. Manejamos unas dos horas por unos caminos de terracería cubiertos con ceniza volcánica, lo que ocasionó que nos atascáramos un par de veces porque nuestro vehículo no tenía doble tracción. Al fin, llegamos por el lado de atrás (visto desde Angahuan), muy cerca del cono volcánico. Cruzamos el campo de lava petrificada por espacio de una hora y comenzamos a subir por un camino bastante bien marcado. En poco menos de una hora llegamos al cráter. La señora de 70 años resultó más fuerte de lo que pensábamos y no tuvo ningún problema, ni en el ascenso ni para regresar hasta donde habíamos dejado el auto.
Muchos años después, al hablar con la gente de México Desconocido acerca de escribir un artículo del ascenso al Paricutín, me cercioré de que mis antiguas fotos del lugar no estaban como para ser publicadas; así pues, llamé a mi compañero de aventuras, Enrique Salazar, y le propuse la ascensión al volcán Paricutín. Él siempre había tenido deseos de subirlo, también entusiasmado por la serie de historias que había oído acerca de él, así que partimos hacia Michoacán.
Me sorprendió la serie de cambios que ha habido en el área.
Entre otras cosas, el camino de 21 km hacia Angahuan ahora está pavimentado, así que fue muy fácil llegar. Los habitantes del lugar siguen ofreciendo sus servicios como guías y aunque nos hubiera gustado poder darle a alguien el trabajo, íbamos muy cortos de recursos económicos. Ahora ya hay un bonito hotel al final del pueblo de Angahuan, con cabañas y restaurante, que cuenta con información acerca de la erupción del Paricutín (muchas fotos, etc.). En una de las paredes de este lugar existe un colorido y bonito mural que representa el nacimiento del volcán.
Comenzamos la caminata y pronto llegamos a las ruinas de la iglesia. Decidimos continuar y tratar de llegar al cráter para pasar la noche en el borde. Llevábamos solamente dos litros de agua, un poco de leche y un par de conchas de pan. Para mi sorpresa, descubrí que Enrique no traía bolsa de dormir, pero él dijo que esto no representaba gran problema.
Decidimos tomar una ruta que después llamamos la “Vía de los Tarados”, que consistió en no ir por alguna vereda, sino cruzar el pedregal, que tiene como 10 km, hasta la base del cono y luego tratar de ascenderlo en forma directa. Cruzamos el único bosque que hay entre la iglesia y el cono y comenzamos a caminar sobre un mar de piedras filosas y sueltas. A veces teníamos que subir, casi escalar, algunos grandes bloques de piedra y del mismo modo teníamos que bajarlos del otro lado. Lo hicimos con toda precaución para evitar alguna lesión, porque salir de aquí con un pie torcido o cualquier otro accidente, por pequeño que fuera, hubiera sido muy doloroso y difícil. Nos caímos algunas veces; otras los bloques que pisábamos se movían y uno de ellos cayó sobre mi pierna y me hizo algunas cortadas en la espinilla.
Llegamos a las primeras emanaciones de vapor, que eran muchas e inodoras y, hasta cierto punto, fue agradable sentir el calorcito. De lejos veíamos algunas zonas donde las piedras, que normalmente son negras, estaban cubiertas de una capa blanca. A la distancia parecían sales, pero cuando llegamos a la primera sección de éstas, nos sorprendió que lo que las cubría era una especie de capa de azufre. También salía entre las grietas un calor fortísimo y las piedras estaban muy calientes.
Por fin, después de tres horas y media de lucha con las piedras, llegamos a la base del cono. El sol ya se había puesto, así que decidimos apretar el paso. Ascendimos la primera parte del cono de forma directa, lo que resultó muy fácil porque el terreno, aunque bastante empinado, es muy firme. Llegamos al lugar donde se juntan la caldera secundaria y el cono principal y encontramos un buen camino que lleva al borde del cráter. La caldera secundaria emite vapores y gran cantidad de calor seco. Arriba de ésta se encuentra el cono principal que está lleno de pequeñas plantitas que le dan un aspecto muy bonito. Aquí el camino hace tres zigzags hasta el cráter y está bastante empinado y lleno de piedras y arena sueltas, pero no es difícil. Llegamos al cráter prácticamente de noche; disfrutamos del paisaje, tomamos un poco de agua y nos preparamos para dormir.
Enrique se puso toda la ropa que traía y yo me metí muy cómodo a la bolsa de dormir. Nos despertamos muchas voces por la noche debido a la sed —habíamos agotado nuestra reserva de agua— y también a un viento fuerte que soplaba a ratos. Nos levantamos antes del amanecer y gozamos de una hermosa salida del sol. El cráter tiene muchas emanaciones de vapor y el suelo esta caliente, tal vez por eso Enrique no pasó gran frío.
Decidimos darle la vuelta al cráter, así que nos fuimos hacia la derecha (viendo el volcán de frente desde Angahuan), y en unos 10 minutos llegamos a la cruz que marca la cumbre más alta que tiene una altura de 2 810 m snm. Si hubiéramos llevado comida la habríamos podido cocinar sobre ésta, ya que estaba sumamente caliente.
Continuamos nuestro viaje alrededor del cráter y llegamos al lado más bajo de éste. Aquí también hay una cruz más pequeña, y una placa en memoria del pueblo desaparecido de San Juan Quemado.
Media hora más tarde llegamos al lugar de nuestro campamento, recogimos nuestras cosas y emprendimos el descenso. Seguimos los zigzags hasta el cono secundario y aquí, para nuestra suerte, encontramos un camino bastante marcado hasta la base del cono. De allí este camino se interna en el pedregal y se vuelve un poco difícil de seguir. Muchas veces tuvimos que buscarlo a los lados y regresarnos un poco para relocalizarlo porque no nos emocionaba mucho la idea de volver a cruzar el pedregal como tontos. Cuatro horas más tarde, llegamos al pueblo de Angahuan. Nos subimos al coche y regresamos a la ciudad de México.
Ciertamente el Paricutín es una de las ascensiones más bellas que tenemos en México. Desgraciadamente la gente que lo visita ha tirado unas cantidades impresionantes de basura. De hecho, nunca había visto un lugar más sucio; los lugareños venden papas y refrescos en la orilla del pedregal, muy cerca de la iglesia destruida, y la gente tira bolsas de papel, botellas y demás, por toda el área. Es una pena que no conservemos nuestras zonas naturales de una manera más adecuada. Visitar el volcán Paricutín es toda una experiencia, tanto por su belleza, como por lo que ha implicado para la geología de nuestro país. El Paricutín, por su reciente nacimiento, es decir, de cero a como lo conocemos ahora, está considerado una de las maravillas naturales del mundo. ¿Cuándo dejaremos de destruir nuestros tesoros?
SI USTED VAS AL PARICUTÍN
Toma la carretera número 14 de Morelia a Uruapan (110 km). Una vez allí tome la carretera 37 rumbo a Paracho y un poco antes de llegar a Capácuaro (18 km) desvíese a su derecha hacia Angahuan (19 km).
En Angahuan encontrará todos los servicios y podrá contactar a los guías que te llevarán al volcán.
Fuente: http://www.mexicodesconocido.com.mx/parikutini.html

Foto: Eric Fortin
Volcán Parícutin, (Michoacán).
En 1943 el pueblo de San Juan quedó sepultado por la lava del Paricutín, el volcán más joven del mundo. ¿Lo conoces?
Cuando era niño llegué a oír historias acerca del nacimiento de un volcán en medio de un campo de maíz; de la erupción que destruyó el pueblo de San Juan (ahora San Juan Quemado), y de cenizas que llegaron hasta la ciudad de México. Así fue como me interesé en el Paricutín, y aunque en aquellos años no tuve oportunidad de conocerlo, nunca salió de mi mente el ir alguna vez.
Muchos años después, por cuestiones de trabajo, tuve la oportunidad de llevar a dos grupos de turistas estadunidenses que deseaban caminar por el área del volcán y, si las condiciones lo permitían, ascenderlo.
La primera vez que fui, nos fue un poco difícil llegar al pueblo desde el cual se visita el Paricutín: Angahuan. Los caminos eran de terracería y en el pueblo apenas hablaban algo de español (aún ahora sus habitantes hablan más el purépecha, su lengua natal, que ningún otro idioma; de hecho, ellos nombran al famoso volcán respetando su nombre purépecha: Parikutini).
Una vez en Angahuan contratamos los servicios de un guía local y un par de caballos, y comenzamos la caminata. Nos tomó cerca de una hora llegar al sitio donde se encontraba el pueblo de San Juan, que fuera sepultado por la erupción en 1943. Se encuentra casi al borde del campo de lava y lo único que queda visible de este lugar es la parte frontal de la iglesia con una torre que permaneció intacta, parte de la segunda torre, también del frente, pero que se derrumbó, y la parte posterior de ésta, donde se encontraba el atrio, que también se salvó.
El guía local nos contó algunas historias de la erupción, de la iglesia y de toda la gente que murió en ella. Algunos de los estadounidenses se mostraban muy impresionados por la vista del volcán, el campo de lava y el tétrico espectáculo de los restos de esta iglesia que aún quedan.
Después, el guía nos habló de un lugar donde se supone que aún corre lava; nos preguntó si nos gustaría visitarlo y de inmediato dijimos que sí. Nos condujo por pequeñas veredas entre el bosque y luego por el pedregal hasta llegar al lugar. El espectáculo era impresionante: entre algunas fisuras en las rocas salía un calor fortísimo y seco, a tal grado que no podíamos pararnos muy cerca de ellas porque sentíamos abrasarnos, y aunque la lava no se veía, no quedaba duda de que por debajo de la tierra, ésta continuaba corriendo. Seguimos deambulando por el pedregal hasta que el guía nos condujo a la base del cono volcánico, a lo que sería su lado derecho visto desde Angahuan, y en un par de horas estábamos en la cima.
La segunda vez que ascendí al Paricutín, llevaba conmigo a un grupo de estadunidenses entre los que se encontraba una señora de 70 años.
Una vez más contratamos un guía local, al cual le insistí que necesitaba encontrar una ruta más fácil para ascender al volcán debido a la edad de la señora. Manejamos unas dos horas por unos caminos de terracería cubiertos con ceniza volcánica, lo que ocasionó que nos atascáramos un par de veces porque nuestro vehículo no tenía doble tracción. Al fin, llegamos por el lado de atrás (visto desde Angahuan), muy cerca del cono volcánico. Cruzamos el campo de lava petrificada por espacio de una hora y comenzamos a subir por un camino bastante bien marcado. En poco menos de una hora llegamos al cráter. La señora de 70 años resultó más fuerte de lo que pensábamos y no tuvo ningún problema, ni en el ascenso ni para regresar hasta donde habíamos dejado el auto.
Muchos años después, al hablar con la gente de México Desconocido acerca de escribir un artículo del ascenso al Paricutín, me cercioré de que mis antiguas fotos del lugar no estaban como para ser publicadas; así pues, llamé a mi compañero de aventuras, Enrique Salazar, y le propuse la ascensión al volcán Paricutín. Él siempre había tenido deseos de subirlo, también entusiasmado por la serie de historias que había oído acerca de él, así que partimos hacia Michoacán.
Me sorprendió la serie de cambios que ha habido en el área.
Entre otras cosas, el camino de 21 km hacia Angahuan ahora está pavimentado, así que fue muy fácil llegar. Los habitantes del lugar siguen ofreciendo sus servicios como guías y aunque nos hubiera gustado poder darle a alguien el trabajo, íbamos muy cortos de recursos económicos. Ahora ya hay un bonito hotel al final del pueblo de Angahuan, con cabañas y restaurante, que cuenta con información acerca de la erupción del Paricutín (muchas fotos, etc.). En una de las paredes de este lugar existe un colorido y bonito mural que representa el nacimiento del volcán.
Comenzamos la caminata y pronto llegamos a las ruinas de la iglesia. Decidimos continuar y tratar de llegar al cráter para pasar la noche en el borde. Llevábamos solamente dos litros de agua, un poco de leche y un par de conchas de pan. Para mi sorpresa, descubrí que Enrique no traía bolsa de dormir, pero él dijo que esto no representaba gran problema.
Decidimos tomar una ruta que después llamamos la “Vía de los Tarados”, que consistió en no ir por alguna vereda, sino cruzar el pedregal, que tiene como 10 km, hasta la base del cono y luego tratar de ascenderlo en forma directa. Cruzamos el único bosque que hay entre la iglesia y el cono y comenzamos a caminar sobre un mar de piedras filosas y sueltas. A veces teníamos que subir, casi escalar, algunos grandes bloques de piedra y del mismo modo teníamos que bajarlos del otro lado. Lo hicimos con toda precaución para evitar alguna lesión, porque salir de aquí con un pie torcido o cualquier otro accidente, por pequeño que fuera, hubiera sido muy doloroso y difícil. Nos caímos algunas veces; otras los bloques que pisábamos se movían y uno de ellos cayó sobre mi pierna y me hizo algunas cortadas en la espinilla.
Llegamos a las primeras emanaciones de vapor, que eran muchas e inodoras y, hasta cierto punto, fue agradable sentir el calorcito. De lejos veíamos algunas zonas donde las piedras, que normalmente son negras, estaban cubiertas de una capa blanca. A la distancia parecían sales, pero cuando llegamos a la primera sección de éstas, nos sorprendió que lo que las cubría era una especie de capa de azufre. También salía entre las grietas un calor fortísimo y las piedras estaban muy calientes.
Por fin, después de tres horas y media de lucha con las piedras, llegamos a la base del cono. El sol ya se había puesto, así que decidimos apretar el paso. Ascendimos la primera parte del cono de forma directa, lo que resultó muy fácil porque el terreno, aunque bastante empinado, es muy firme. Llegamos al lugar donde se juntan la caldera secundaria y el cono principal y encontramos un buen camino que lleva al borde del cráter. La caldera secundaria emite vapores y gran cantidad de calor seco. Arriba de ésta se encuentra el cono principal que está lleno de pequeñas plantitas que le dan un aspecto muy bonito. Aquí el camino hace tres zigzags hasta el cráter y está bastante empinado y lleno de piedras y arena sueltas, pero no es difícil. Llegamos al cráter prácticamente de noche; disfrutamos del paisaje, tomamos un poco de agua y nos preparamos para dormir.
Enrique se puso toda la ropa que traía y yo me metí muy cómodo a la bolsa de dormir. Nos despertamos muchas voces por la noche debido a la sed —habíamos agotado nuestra reserva de agua— y también a un viento fuerte que soplaba a ratos. Nos levantamos antes del amanecer y gozamos de una hermosa salida del sol. El cráter tiene muchas emanaciones de vapor y el suelo esta caliente, tal vez por eso Enrique no pasó gran frío.
Decidimos darle la vuelta al cráter, así que nos fuimos hacia la derecha (viendo el volcán de frente desde Angahuan), y en unos 10 minutos llegamos a la cruz que marca la cumbre más alta que tiene una altura de 2 810 m snm. Si hubiéramos llevado comida la habríamos podido cocinar sobre ésta, ya que estaba sumamente caliente.
Continuamos nuestro viaje alrededor del cráter y llegamos al lado más bajo de éste. Aquí también hay una cruz más pequeña, y una placa en memoria del pueblo desaparecido de San Juan Quemado.
Media hora más tarde llegamos al lugar de nuestro campamento, recogimos nuestras cosas y emprendimos el descenso. Seguimos los zigzags hasta el cono secundario y aquí, para nuestra suerte, encontramos un camino bastante marcado hasta la base del cono. De allí este camino se interna en el pedregal y se vuelve un poco difícil de seguir. Muchas veces tuvimos que buscarlo a los lados y regresarnos un poco para relocalizarlo porque no nos emocionaba mucho la idea de volver a cruzar el pedregal como tontos. Cuatro horas más tarde, llegamos al pueblo de Angahuan. Nos subimos al coche y regresamos a la ciudad de México.
Ciertamente el Paricutín es una de las ascensiones más bellas que tenemos en México. Desgraciadamente la gente que lo visita ha tirado unas cantidades impresionantes de basura. De hecho, nunca había visto un lugar más sucio; los lugareños venden papas y refrescos en la orilla del pedregal, muy cerca de la iglesia destruida, y la gente tira bolsas de papel, botellas y demás, por toda el área. Es una pena que no conservemos nuestras zonas naturales de una manera más adecuada. Visitar el volcán Paricutín es toda una experiencia, tanto por su belleza, como por lo que ha implicado para la geología de nuestro país. El Paricutín, por su reciente nacimiento, es decir, de cero a como lo conocemos ahora, está considerado una de las maravillas naturales del mundo. ¿Cuándo dejaremos de destruir nuestros tesoros?
SI USTED VAS AL PARICUTÍN
Toma la carretera número 14 de Morelia a Uruapan (110 km). Una vez allí tome la carretera 37 rumbo a Paracho y un poco antes de llegar a Capácuaro (18 km) desvíese a su derecha hacia Angahuan (19 km).
En Angahuan encontrará todos los servicios y podrá contactar a los guías que te llevarán al volcán.
Fuente: http://www.mexicodesconocido.com.mx/parikutini.html
domingo, 20 de abril de 2014
Historia de La Quebrada Acapulco

Este es un relato de como dio Inicio el
hasta ahora popular show de los clavados en la Quebrada Acapulco Un
show que se ah visto desde los principios de los años 50 y 60 Cuando el
Puerto de Acapulco empezaba a formar leyenda de majestuoso y
exclusivo, esperamos disfruten este relato.
Subía el peñasco con la dificultad
vencida por la práctica de todos los días, frente a la muchachada del
barrio: Poncho y Chava Apac, (los "Toronjos"), el "Chupetas", Poli, el
"Viruta", la "Changa", el "Chocolate" y otros más. El que escalaba el
peñasco había terminado de pescar para llevar algo de alimento a su
madre, la "Jefa" como la conocían los muchachos del barrio, doña Adelina
Ríos, una mujer oriunda del puerto, a la que tres experiencias
matrimoniales sólo le dejaron seis chamacos y dos niñas que tenía que
encausar en el duro camino de la vida.

Mientras la ensarta de pescado producto
de la pesca del día era mantenida atada a las rocas bajas del
acantilado, apenas sumergida en las aguas marinas donde rompían
impetuosas las olas del mar, para mantener fresco el pescado capturado.
El muchacho nativo de aquel hermoso puerto, de escasos quince años,
empujado por el acicate de las burlas de los hermanos y amigos,
enfrentaba el reto de ver cuánto más podía escalar aquel promontorio de
treinta y cinco metros de altura. Cada vez que se reunían en ese lugar
había que vencer el límite de ascenso del intento anterior.
Apoyando con mucha dificultad los pies
en las filosas salientes rocosas, utilizando las manos y hasta las uñas
para escalar, Roberto Apac seguía subiendo, mientras más se acercaba a
la cima, más determinación encontraba en su ánimo, ¡Esta vez lo
lograría!, no le importaba poner en riesgo su vida, ya no escuchaba el
bramido del mar al romper en la hendidura del acantilado, no lo
alcanzaban tampoco las gritos de júbilo de sus camaradas y hermanos, que
al ver que estaba a punto de lograr su objetivo, ahora le enviaban
gritos de ánimo para que siguiera escalando.

En esos momentos sólo sentía el gozo
ingenuo de ser mejor escalador que su hermano Alfonso y demás nativos
que lo miraban con admiración, otros con envidia. Su hermano con quien
había empezado a subir en esa ocasión, se detuvo en una saliente a la
mitad de la construcción rocosa y lo miraba con orgullo fraterno como
iba subiendo y estaba a punto de vencer al conjunto de rocas que la
madre naturaleza esculpió en aquel recodo de la costa. El viento fresco
de la bocana meció el pelo del muchacho cuando éste alcanzó la cima del
montículo de piedra, fue como un beso amoroso al hijo de aquella
tierra por el esfuerzo realizado.
Cuando Roberto se vio en la cúspide del
montículo y calibró la altura en que se encontraba sintió vértigo y se
estremeció por el miedo que sentía a destiempo al comprender el peligro
en que había estado. Un resbalón, una piedra que se desprendiera bajo
su peso, un error de cálculo al impulsarse con las manos o cualquier
otro incidente pudieron provocarle la caída y con ella la muerte.
Entonces se postró de rodillas y agradeció a Dios y a la Virgen
Guadalupe que lo hubieran protegido. Mientras desde abajo le llegaban
los gritos de sus hermanos y amigos para que apurara el descenso porque
se les hacía tarde para regresar a sus casas. –¡Vamos Robert, empieza a
bajar, tenemos que irnos! -¡Apúrate hermano, si llegamos tarde nos
cuerean! -¡Bájate rápidoooo! –Andalee!

Roberto intentó iniciar el descenso,
caminó al borde del precipicio, buscó con la mirada un lugar adecuado
para empezar a bajar. Como era la primera vez que subía, ahora tendría
que buscar un camino para descender. El tiempo y los gritos exigentes de
los que estaban abajo lo apremiaban, lo llenaban de nerviosismo y
sintió mucha congoja de pensar en los cintarazos que le daría su madre
doña Adelina. Observó con respeto la superficie escarpada en busca de
una salida de escape para aquella abrumadora situación. Miró casi con
horror lo reducido que se veía desde arriba el canal que quedaba entre
el peñasco y tierra firme, vio desde la altura en que se encontraba como
al entrar la ola impetuosa en el estrecho, las aguas subían un buen
tramo y luego con el reflujo aminoraba la profundidad del lugar. Volvió a
esperar a que entrara la ola y confirmó su anterior apreciación.
¡Entonces lo decidió! Se lanzaría desde aquella imponente altura, justo
cuando el agua del mar empezara a invadir el canal, tendría que
calcularlo muy bien, debería arrojarse al vació midiendo el tiempo
necesario para caer precisamente cuando el volumen de agua alcanzara su
mayor altura –menos de 4 metros de profundidad-. También consideró la
fuerza del impulso que tomaría en vuelo horizontal para poder librar las
salientes rocosas y luego perfilar su caída hacía el mar.
Roberto Apac después de santiguarse en
varias ocasiones y pedirle perdón con el pensamiento a su madre por lo
que iba a hacer, esperó el momento propicio para lanzarse al vació.
Abajo, sus acompañantes, al verlo parado al borde del acantilado
adivinaron sus intenciones. Los gritos ahora eran de espanto, de alarma,
de desesperación. Su hermano Salvador que desde muy chamaco tuvo un
vozarrón le gritaba: -¡Si te avientas te vas a matar, no seas pendejo!
¡Si te matas, te chingo! Le gritaba como enloquecido. -¡No te tires
cabrón! ¡No lo hagas!, ¡Por favor no lo hagas! Le decían a gritos los
otros.
Sin importar se lanzó y una figura
humana se recortó en el aire frente a la inmensidad del mar del Pacífico
mexicano, primero como el grácil vuelo de una gaviota marina y luego
como una saeta que cae en picada para reunirse casi amorosamente con las
aguas del mar tropical. Así un 13 de febrero de 1932, en un cálido
atardecer se vio por primera vez un clavado desde la cima de aquel
montículo. Fue Roberto Apac, un nativo de Acapulco quien se lanzaba al
vacío desafiando a la muerte en un hermoso clavado desde la Quebrada en
Acapulco, México, un lugar de fama internacional en donde desde
entonces se práctica este peligroso y afamado deporte. Woow Soberbio el
relato que le rindió su hijo a su padre o no? Continuando con mi
escrito he de decir que a pesar que fue Roberto Apac el primer
clavadista no fue él precisamente quien le diera fama a este
espectáculo mundial sino fue un amigo de él y su hermano conocido como
el "Chupetas" quien murió a los 76 años, este clavadista tuvo un récord
guiness con 37 mil 400 clavados en toda su historia doblando en
películas a personajes de talla internacional como el actor Johnny
Weismuller mejor conocido como Tarzán el Rey de la Selva el que todos
conocemos y a quien conoció en Acapulco y suplía en los clavados que
llegó a realizar en sus películas, también el Chupetas conoció a otro
grandes personajes del mundo como Frank Sinatra y Elvis Presley. Su
fama al paso de los años se hizo internacional que incluso la marca de
relojes Times le pidió hacer publicidad para ellos así como La Casa de
Whisky Johnny Walker. Mientras varios personajes de fama mundial
deseaban vivir en Acapulco el famoso Tarzán prefirió morir en su amado
Acapulco lugar del que se enamoro y tuvo su residencia por algunos
años, por eso sus restos descansan hoy en el Panteón Valle de la Luz
del Puerto.
martes, 8 de abril de 2014
Leyendas de Adelita, Valentina y 'la coronel' Amalio

A un lado de la Adelita y la Valentina, elevadas a leyenda de la revolución mexicana que cumple su centenario este sábado, surge el misterio de 'la coronel' Amalio, la hija de hacendados que cambió el faldón por el pantalón y las muñecas por el fusil para lanzarse a la lucha armada.
Las instantáneas de la Revolución Mexicana han inmortalizado a cientos de 'Adelitas' mujeres que se subían a los trenes para acompañar la lucha armada, l mayoría a cargo de tareas como alimentar y proveer de vestuario a las tropas, otras como enfermeras y otras más contadas que tomaron las armas.
'Las mujeres también participaron en la Revolución, formaron organizaciones políticas y sociales. Otras se hicieron enfermeras, como la Adelita, o tomaron las armas, como Valentina, para luchar contra la dictadura de Porfirio Díaz', que gobernó México entre 1876 y 1911, comenta a la AFP Antonio Aguilar, director del archivo de la secretaría de la Defensa de México que guarda documentos sobre el tema.
'Y si Adelita quisiera ser mi novia' la letra de un popular corrido de la revolución ha inmortalizado a a la enfermera que atendió a los heridos del ejército revolucionario y formó parte de la naciente Cruz Blanca de México.
Originaria de Ciudad Juárez (norte), Adela Pérez Velarde, su nombre real, sirvió desde los 15 años como enfermera de las tropas, lo que en 1963 le valió ser reconocida como Veterana de la Revolución Mexicana, según consta en los archivos de la Defensa.
'Hubo mujeres, muy pocas, que lucharon con las armas en la mano, como Valentina Ramírez Avitia, que incluso en su expediente menciona que causó alta como soldado y la dieron de baja por el hecho de ser mujer', añade el capitán Aguilar.
Otra combatiente, Valentina quedó consagrada en el imaginario popular gracias a su propia melodía y a una de las imágenes más emblemáticas de la Revolución, en la que aparece de pantalón y sombrero, con el pecho cruzado por cananas, rifle a un costado y pistola al cinto, rodeada de hombres que la miran entre curiosos y burlones.
El temor a las burlas hizo que algunas combatientes escondieran su género.
'Tenemos un caso único documentado: el de Amalia Robles, que fue mujer pero en la Revolución se puso ropas de hombre para poder estar al frente de sus tropas y llegar hasta el grado de coronel', añade Aguilar.
Originaria de Guerrero (sur), al llegar 'la bola', como los ricos llamaban despectivamente a los revolucionarios, la joven modificó la última letra de su nombre, se cortó las trenzas y cambió el faldón por un pantalón, reclutó a los peones de su hacienda y se lanzó a la contienda.
'Era hija de hacendados. Se unió a las filas de Emiliano Zapata', explica Aguilar sobre 'la coronel' que sirvió al ejército revolucionario del 23 de septiembre de 1911 al 27 de noviembre de 1924, participando en al menos siete campañas militares y en más de 70 combates.
'En agosto de 1970, se le reconoció oficialmente como veterano de la Revolución por los servicios que prestó a la misma, concediéndosele la condecoración al mérito revolucionario', explica Aguilar.
La leyenda de Amalio, que militó en organizaciones socialistas, es ampliamente conocida en su pueblo natal de Xochipala (Guerrero), donde incluso han erigido un pequeño museo con fotos de distintas épocas de su vida, personificada como hombre.
'Para poder luchar en las fuerzas revolucionarias, se tuvo que disfrazar de hombre y se puso Amalio. Después de la Revolución siguió como hombre y cuentan que mato a dos tipos que se burlaron de ella, por lo que estuvo en la cárcel', explica Regner Montiel, habitante de Xochipala.
La 'coronel Amalio' murió en 1984, a sus 95 años, y cinco después de admitir en un trámite administrativo oficial su género.
El hecho de que lo hubiera ocultado por décadas se entiende por otro hecho que consta en documentos del archivo militar: muchas veteranas de la revolución jamás fueron consideras como elementos del Ejército, y se les negó una pensión.
Fuente: http://www.terra.com.mx/articulo.aspx?articuloId=995994
La Señora del cinco, Mexicali

Esta es una historia real aunque todo mundo diga eso y sea un cliché. en la ciudad de mexicali, baja california, en méxico, existe una leyenda muy vieja, toda la ciudad la conoce, sobre todo, la gente de mayor edad puesto que esta ciudad (aquí nací y vivo) apenas acaba de cumplir 100 años, entonces no es nada raro que hasta los jóvenes la conozcamos bien.
Hace muchos años en el centro de la ciudad vivía una señora que maltrataba mucho a sus hijos, les gritaba todo el tiempo, les pegaba y los encerraba en la casa. así pasó el tiempo, hasta que sus hijos se hicieron mayores, se casaron y la abandonaron.
La señora, sintiéndose culpable y con remordimientos, fue a la iglesia de la ciudad a hablar con el sacerdote, le contó todas las cosas que les había hecho a sus hijos durante muchos años, el padre, al escuchar las crueldades que la mujer había cometido, le dijo que sus pecados eran muchos, que una madre como ella sólo podía viajar a roma para allí encontrar el perdón de dios. pero la señora era muy pobre y no tenía manera de costear un viaje, ¡mucho menos hasta roma!, así que el sacerdote le ordenó que pidiera limosna, pero (para que su penitencia fuera más dura) sólo debía aceptar monedas de cinco centavos (equivalente a cinco pesos mexicanos de hoy) y si le daban monedas de otra cantidad, debía devolverlas.
La mujer salió de la iglesia y ese mismo día empezó con su misión, todos los días se sentaba frente a la iglesia a dinero, mucha gente se sorprendía al ver que cuando le intentabas dar monedas de mayor valor las rechazaba, por lo que la comenzaron a llamar la señora del cinco.
Tristemente, años más tarde y poco antes de poder conseguir el dinero suficiente para el viaje, enfermó gravemente y murió.
Días después de su muerte, un señor que caminaba frente a la iglesia cierta noche vio a una vieja que llevaba un velo en la cabeza con apariencia muy humilde. la mujer se le acercó y le dijo:
- señor, ¿no me regala un cinco?.
- no tengo, pero tome esta moneda de veinte.
- entonces ella se descubrió la cara y era el rostro de una calavera.
- ¡no pedí veinte centavos, pedí cinco! ¡lo maldigo!
Y así sucedió que muchas personas relataban lo mismo, y a muchas de ellas les ocurrían desgracias al poco tiempo, y los papás solían asustarnos con el clásico te va a llevar la señora del cinco.
La historia se volvió tan popular (fuera verdad o no) que en mexicali, durante muchos años, se acostumbró llevar siempre una moneda de cinco si salías a la calle, y las casas de todas las familias tenían siempre un vasito lleno de monedas de cinco centavos por si la mujer tocaba a la puerta.
Yo no conocí esta historia hasta la secundaria, en clase de lectura y redacción, un día que nos pusimos a hablar de historias de terror, una amiga la mencionó y resulta que casi todo mundo conocía la leyenda menos yo. entonces la profesora nos contó que cuando ella tenía como 9 años, en su casa también juntaban moneditas de cinco y que se hablaba de la leyenda de la señora aunque nadie de la familia la hubiera visto. un día la dejaron sola en la casa y le dijeron que no abriera la puerta para nada (obviamente no por el fantasma, sino por los delincuentes), y a ella le recordó la historia, pero no le dio miedo. al poco rato de que sus papás se fueron, alguien llamó a la puerta y ella, temorosa de abrir, se asomó por la ventana. dice que se quedó helada al ver a una figura con una capa negra que parecía flotar del suelo y no tener cabeza. jamás supo si se trataba de la señora del cinco o no, porque no se atrevió a abrirle la puerta, sino que se escondió llorando debajo de la cama hasta que llegaron sus papás, que ni siquiera le creyeron...
Yo sinceramente no sé qué creer, pero en fin, es una leyenda.
Fuente: http://leyendasdebc.blogspot.mx/
lunes, 31 de marzo de 2014
Leyenda de Juan Soldado, Tijuana
Por: Victoria Irineo y Julia Guzman
En el intento de definir y describir los acontecimiento que engloban lo referente a Juan Soldado, se podría llegar a la conclusión que todo eso conforma una leyenda tijuanense, cuyo personaje principal es Juan Castillo Morales, mejor conocido como Juan Soldado. Es una leyenda, ya que es aquel relato tradicional en el que existe un elemento de verdad, a lo contrario de mito donde todo lo que se cuenta es inventado o falso.
La ubicación tangible de esta leyenda se encuentra ubicada geográficamente en el Panteón Municipal Número Uno de la ciudad de Tijuana en la Avenida Carranza de la Colonia Castillo. Esta es la ubicación tangible ya que alrededor de los restos del personaje mítico de Juan soldado (patrimonio intangible) se reúnen los múltiples fieles que día tras día acuden a pedirle favores a cambio de una veladora o visitas más seguidas.
La leyenda de Juan Soldado no debe de ser tomada sólo por un simple dato ¨curioso¨, sino como una experiencia que comparte la comunidad tijuanense ya que después de estar observando el recinto mítico que le han hecho a los restos del soldado se llega a la conclusión de que tal leyenda es interviene en las vidas y modifica las relaciones de la población, sin importar lo verosímil del relato y es así que la mini ficción de Juan Soldado es un hecho histórico pero a la vez un hecho literario que lo ha escrito la misma comunidad tijuanense, un hecho que se encuentra entre lo real y lo mítico, un hecho que actúa a favor de los beneficios del que le pide un “milagro” pasar a Estados Unidos o dinero, ¿Milagro? Un hecho que produce ganancias, pocas pero las produce, al menos eso nos comento doña Virginia que lleva 34 años en la venta de accesorios relacionados con Juan Soldado afueras del panteón. Un hecho que provoca emociones y sensaciones, como nos cuentan uno de los panteoneros: “no yo no estoy orgulloso de esta vergüenza, ¿como un violador va ha ser parte del patrimonio cultural de Tijuana?”. Un hecho que le provoca vergüenza, mientras a algunos les provoca regocijo, como aquella fiel devota de Juanito “es muy bonito creer y pedir con el corazón, es algo que no se puede explicar”.
El propósito que se tiene con la realización del trabajo es conocer y difundir una pequeña parte de la historia de Tijuana, que a pesar de ser una ciudad joven tiene una infinidad de significados que se pueden investigar. Juan Soldado ha logrado ser una leyenda que tienen un significado religioso y que surge a partir de la necesidad de creer en algo que les puede ayudar en su vida diaria.
Contexto Histórico
El conjunto de situaciones significativas de Tijuana que rodean el hecho de la muerte de Juan soldado son las siguientes. Para 1889 Tijuana era una pequeña población que apenas se establecía como un pueblo, dejar de ser la ranchería Tía Juana y pasa a ser Tijuana. Con pocos menos de 250 habitantes el panorama urbano comenzaba a notarse con las calles ya alumbradas con lámparas, pero aun con unas pocas casas, era natural que la población se conociera.[1] A pesar de la escasa población de Tijuana la vida tranquila se comenzó a ver afectada por la vecindad con Estados Unidos, los ciudadanos americanos aficionados al juego, a las bebidas, mujeres vieron en Tijuana un sitio de escape para sus vicios causando un gran flujo de turistas.
Para 1916 se abrieron las puertas del complejo turístico más importante de la época el Hipódromo Agua Caliente que se convirtió en el sector turístico más atrayente para los ciudadanos norteamericanos. Con la Ley Seca en los Estados Unidos en los años 20, la población tijuanense empezó a convivir más con la norteamericana. El auge económico se dio rápidamente aunque las empresas que se instalaron en la región en su mayoría eran de algunos ciudadanos estadounidenses. Por lo que no toda la población era ocupada en trabajos de los centros turísticos sino solo unos cuantos, por lo que origino la discriminación laboral para muchos pobladores.[2] A partir de este momento Tijuana era vista como una ciudad frívola debido a que solamente concurrían personas ricas como las estrellas de del cine americano o los líderes de las mafias más importantes.
Para los años 30 Tijuana consumía productos del mercado anglosajón, no tenía muchas relaciones con el resto del país, flujo humano debido a la deportación de mexicanos por parte de EUA, lo que originó el establecimiento de personas en lugares irregulares. Para 1938 oficialmente se decretó la clausura del Casino Agua Caliente lo que originó la pérdida de bastantes empleos, pero sobre todo la fuente de ingresos para los dueños, provocando conflictos entre el sindicato del CROM y el gobierno.
Ese mismo año el 13 de febrero ocurrió la muerte de la niña Olga Camacho por parte de un soldado raso llamado Juan Castillo Morales. La niña desapareció el día 13, después de ir a la tienda, su madre la empezó a buscar y no la encontraron, se dio aviso a la policía, se inicio la búsqueda pero los resultados fueron nulos. Al día siguiente fue encontrado el cuerpo de la pequeña las averiguaciones señalaron como sospechoso a Juan Castillo, después éste confesó su crimen, lo que provoco la ira de la escasa población que le quería linchar. Se hicieron varias protestas que ocasionaron grandes daños a la Ciudad, tales como el antiguo fuerte de la policía. Entonces la CROM se vio relacionada en los disturbios, debido a que el padre de la niña era uno de los miembros.[3]
Muchos fueron los detenidos y las protestas que culminaron con la formal acusación de Juan Castillo Morales como culpable del asesinato por lo que el día 17 de febrero de 1938 se le aplico la Ley Fuga en el Panteón Número Uno, gran cantidad de personas asistieron a presenciar el actor, a partir de ese momento se inicia la leyenda de Juan Soldado, pues poco después se decía que era inocente y en realidad una persona de mayor rango del ejercito era el culpable, la verdad no se sabe, lo que da origen a la veneración de Juan Soldado.
Comienzo de la devoción a Juan Soldado
Después de la muerte de dicho soldado, se podría decir que automáticamente comienza la mitificación de este, ya que la misma gente cuenta que una señora, tal vez por cierto cargo de conciencia, arroja una piedra donde cayo muerto el soldado y dijo quien pase por aquí, arroje una piedra y rece un padre nuestro por la anima de Juan Soldado¨ fue así que el lugar donde cayó muerto Juan Castillo Morales se comenzó a llenar de piedras e incluso algunos comenzaron a murmurar que le había concebido algún milagro. Fue así como se comienza a desarrollar este lado mítico del soldado que hace milagros, es decir aquel asesino que fue odiado por la sociedad tijuanense enardecida por es supuesta violación de la niña Olga ahora comenzaban a creerlo inocente e incluso santo. Algunos sociólogos comentan que el hecho de mitificación del soldado fue por un hecho de identificación, es decir la comunidad se sentía reprimida y victima de la injusticia de un superior.
No queremos juzgar al soldado si fue víctima o criminal, lo que buscamos es entender este proceso de mitificación que la misma gente le dio al soldado, la mitificación se da por una necesidad de vacío religioso que experimenta la gente que emigra hacia Tijuana, ya que en su anterior origen, la tradición era confiarle los problemas a un santo y debido a que en Tijuana no existe alguna devoción a uno de estos santos "oficiales" de la Iglesia Católica, es por eso que la gente crea su propia tradición.
Lo cierto es que a pesar de ser un mito la gente sigue creyendo en Juan Soldado, acuden a pedirle favores a cambio de su devoción y creer en su inocencia. La mayoría de las personas que acuden a Juan Soldado son de escaso recurso económicos, porque muchos piden pasar al otro lado, mejorar su salud, quitarle el marido a otra persona, conquistar a alguien, desear el mal, evitar que pueda salir embarazada, ayudar a adictos, etc.
Patrimonio Cultural
La leyenda de Juan Soldado es Patrimonio Cultural porque tiene un valor histórico e importante para Tijuana. Ya que sea conformado a través de la historia de la ciudad, con la participación de la gente que se ha estado estableciendo temporalmente. Por estos motivos consideramos que es un patrimonio cultural ya que tienen un valor religioso importante para la gente que en busca de la necesidad de creer en un personaje mítico que le pueda ayudar a solucionar su problemas lo han convertido en un santo a su modo.
Es un patrimonio intangible debido a que no se puede observar a simple vista las ideas generadas por los creyentes. La devoción a Juan Soldado es una tradición a partir de la memoria, ideas colectivas generas con su creencia religiosa.
El patrimonio Cultural del culto a Juan Soldado tiene un significado muy especial para sus creyentes, para ellos representa algo muy valiosa, al grado que cada 24 de junio se le realiza una fiesta en su honor. La importancia se ve caracterizada en esta fiesta porque la gente lo ha hecho parte de su vida y religión.
Conclusión
Inocente o culpable Juan Soldado ha logrado una consagración mágico-religiosa, para los miles de personas que transitan por la ciudad con destino a Estados Unidos. Una tradición que busca del pasado un elemento para hacer de él una práctica dentro del los grupos sociales. Juan Soldado representa para muchos la fe, la ilusión de realizar un milagro. Es la parte de la historia del pueblo no reconocida por la Iglesia Católica, su evolución debido al remordimiento de una sociedad que pudo a ver cometido la injusticia de un inocente, la formación de un santo que es parte de la identidad del tijuanense.
Lo cierto es que en el altar muchas son los recados de agradecimientos de supuestos milagros principalmente de personas que quieren pasar al otro lado. Su importancia fue tal que dejo a un lado a la victima que quedo en las sombras y olvido por parte de la sociedad.
Anexos

Entrada a la tumba de Juan Soldado, en el interior se encuentran los restos de Juan Castillo Morales en donde los creyentes le dejan ofrendas. Foto tomada por: Julia Guzmán, el día 3 de octubre de 2008.

Interior de la tumba de Juan Soldado, en donde se pueden ubicar ofrendas, imágenes y cartas donde el creyente pide milagros o da gracias por ellos. Foto tomada por: Julia Guzmán, el día 3 de octubre de 2008.

En el interior de la tumba de Juan Soldado se pueden observar fotografías, piedras y cartas todos ellos son parte de la forma de agradecimiento o de petición por parte de los creyentes. Es interesante observar como muchas fotos de niños se pueden relacionar con los agradecimientos de sus padres. Foto tomada por: Victoria Irineo, el día 10 de noviembre de 2008.

Estos son algunas de las peticiones que se le hacen a Juan Soldado, se puede observar que es una petición con fines perversos. Las peticiones demuestran que las personas hacen peticiones buenas pero también malas, cuyos objetivos es lograr un beneficio. Foto tomada por: Victoria Irineo, el día 10 de noviembre de 2008.

Puestos ubicados en la Avenida Carranza a las afueras del Panteón Número 1. Se puede observar la venta que se realiza a través del culto de Juan Soldado, por ejemplo podemos encontrar veladoras, estampas, pulseras, esculturas, escapularios, rosarios, fotos, llaveros todos ellos por la necesidad de los creyentes por tener un recuerdo de Juan Soldado. Foto tomada por: Julia Guzmán, el día 3 de octubre de 2008.
[1] José Manuel Valenzuela Arce, “Por los milagros recibidos. Religiosidad popular a través del culto a Juan Soldado”, en Decadencia y auge de las identidades. Cultura nacional, identidad cultural y modernización, coord. Por José Manuel Valenzuela Arce (México: El Colegio de la Frontera Norte, Plaza y Valdez, 2000), p. 95.
[2] Ibid.
[3] confederación Regional Obrera Mexicana.
Bibliografía
Libros
José Manuel Valenzuela Arce, “Por los milagros recibidos. Religiosidad popular a través del culto a Juan Soldado”, en Decadencia y auge de las identidades. Cultura nacional, identidad cultural y modernización, coord. Por José Manuel Valenzuela Arce (México: El Colegio de la Frontera Norte, Plaza y Valdez, 2000), pp. 93-106.
Revistas
Vanderwood, Paul. “Una visita al sepulcro de Juan Soldado” Voces de la Península. Revista de geografía e historia de Baja California Vol.1, núms., 3-4 (julio-diciembre 2003): 37-40. Traducción Vereniz Lavenant Martinez.
Rivera, José Gabriel y Saldaña, José. “Religiosidad popular en Tijuana. El culto a Juan Soldado” Calafia Vol. X, núm. 5, (julio-diciembre 2000): 14-24.
Internet
David Ungerleider Kepler sitio web oficial, “Bordo”, http://www.tij.uia.mx/elbordo/vol04/bordo4_soldado.html. (Acceso noviembre 25, 2008)
Fuente: http://patrimoniocultural-estudiantesuabc.blogspot.mx/2008/12/juan-soldado.html
En el intento de definir y describir los acontecimiento que engloban lo referente a Juan Soldado, se podría llegar a la conclusión que todo eso conforma una leyenda tijuanense, cuyo personaje principal es Juan Castillo Morales, mejor conocido como Juan Soldado. Es una leyenda, ya que es aquel relato tradicional en el que existe un elemento de verdad, a lo contrario de mito donde todo lo que se cuenta es inventado o falso.
La ubicación tangible de esta leyenda se encuentra ubicada geográficamente en el Panteón Municipal Número Uno de la ciudad de Tijuana en la Avenida Carranza de la Colonia Castillo. Esta es la ubicación tangible ya que alrededor de los restos del personaje mítico de Juan soldado (patrimonio intangible) se reúnen los múltiples fieles que día tras día acuden a pedirle favores a cambio de una veladora o visitas más seguidas.
La leyenda de Juan Soldado no debe de ser tomada sólo por un simple dato ¨curioso¨, sino como una experiencia que comparte la comunidad tijuanense ya que después de estar observando el recinto mítico que le han hecho a los restos del soldado se llega a la conclusión de que tal leyenda es interviene en las vidas y modifica las relaciones de la población, sin importar lo verosímil del relato y es así que la mini ficción de Juan Soldado es un hecho histórico pero a la vez un hecho literario que lo ha escrito la misma comunidad tijuanense, un hecho que se encuentra entre lo real y lo mítico, un hecho que actúa a favor de los beneficios del que le pide un “milagro” pasar a Estados Unidos o dinero, ¿Milagro? Un hecho que produce ganancias, pocas pero las produce, al menos eso nos comento doña Virginia que lleva 34 años en la venta de accesorios relacionados con Juan Soldado afueras del panteón. Un hecho que provoca emociones y sensaciones, como nos cuentan uno de los panteoneros: “no yo no estoy orgulloso de esta vergüenza, ¿como un violador va ha ser parte del patrimonio cultural de Tijuana?”. Un hecho que le provoca vergüenza, mientras a algunos les provoca regocijo, como aquella fiel devota de Juanito “es muy bonito creer y pedir con el corazón, es algo que no se puede explicar”.
El propósito que se tiene con la realización del trabajo es conocer y difundir una pequeña parte de la historia de Tijuana, que a pesar de ser una ciudad joven tiene una infinidad de significados que se pueden investigar. Juan Soldado ha logrado ser una leyenda que tienen un significado religioso y que surge a partir de la necesidad de creer en algo que les puede ayudar en su vida diaria.
Contexto Histórico
El conjunto de situaciones significativas de Tijuana que rodean el hecho de la muerte de Juan soldado son las siguientes. Para 1889 Tijuana era una pequeña población que apenas se establecía como un pueblo, dejar de ser la ranchería Tía Juana y pasa a ser Tijuana. Con pocos menos de 250 habitantes el panorama urbano comenzaba a notarse con las calles ya alumbradas con lámparas, pero aun con unas pocas casas, era natural que la población se conociera.[1] A pesar de la escasa población de Tijuana la vida tranquila se comenzó a ver afectada por la vecindad con Estados Unidos, los ciudadanos americanos aficionados al juego, a las bebidas, mujeres vieron en Tijuana un sitio de escape para sus vicios causando un gran flujo de turistas.
Para 1916 se abrieron las puertas del complejo turístico más importante de la época el Hipódromo Agua Caliente que se convirtió en el sector turístico más atrayente para los ciudadanos norteamericanos. Con la Ley Seca en los Estados Unidos en los años 20, la población tijuanense empezó a convivir más con la norteamericana. El auge económico se dio rápidamente aunque las empresas que se instalaron en la región en su mayoría eran de algunos ciudadanos estadounidenses. Por lo que no toda la población era ocupada en trabajos de los centros turísticos sino solo unos cuantos, por lo que origino la discriminación laboral para muchos pobladores.[2] A partir de este momento Tijuana era vista como una ciudad frívola debido a que solamente concurrían personas ricas como las estrellas de del cine americano o los líderes de las mafias más importantes.
Para los años 30 Tijuana consumía productos del mercado anglosajón, no tenía muchas relaciones con el resto del país, flujo humano debido a la deportación de mexicanos por parte de EUA, lo que originó el establecimiento de personas en lugares irregulares. Para 1938 oficialmente se decretó la clausura del Casino Agua Caliente lo que originó la pérdida de bastantes empleos, pero sobre todo la fuente de ingresos para los dueños, provocando conflictos entre el sindicato del CROM y el gobierno.
Ese mismo año el 13 de febrero ocurrió la muerte de la niña Olga Camacho por parte de un soldado raso llamado Juan Castillo Morales. La niña desapareció el día 13, después de ir a la tienda, su madre la empezó a buscar y no la encontraron, se dio aviso a la policía, se inicio la búsqueda pero los resultados fueron nulos. Al día siguiente fue encontrado el cuerpo de la pequeña las averiguaciones señalaron como sospechoso a Juan Castillo, después éste confesó su crimen, lo que provoco la ira de la escasa población que le quería linchar. Se hicieron varias protestas que ocasionaron grandes daños a la Ciudad, tales como el antiguo fuerte de la policía. Entonces la CROM se vio relacionada en los disturbios, debido a que el padre de la niña era uno de los miembros.[3]
Muchos fueron los detenidos y las protestas que culminaron con la formal acusación de Juan Castillo Morales como culpable del asesinato por lo que el día 17 de febrero de 1938 se le aplico la Ley Fuga en el Panteón Número Uno, gran cantidad de personas asistieron a presenciar el actor, a partir de ese momento se inicia la leyenda de Juan Soldado, pues poco después se decía que era inocente y en realidad una persona de mayor rango del ejercito era el culpable, la verdad no se sabe, lo que da origen a la veneración de Juan Soldado.
Comienzo de la devoción a Juan Soldado
Después de la muerte de dicho soldado, se podría decir que automáticamente comienza la mitificación de este, ya que la misma gente cuenta que una señora, tal vez por cierto cargo de conciencia, arroja una piedra donde cayo muerto el soldado y dijo quien pase por aquí, arroje una piedra y rece un padre nuestro por la anima de Juan Soldado¨ fue así que el lugar donde cayó muerto Juan Castillo Morales se comenzó a llenar de piedras e incluso algunos comenzaron a murmurar que le había concebido algún milagro. Fue así como se comienza a desarrollar este lado mítico del soldado que hace milagros, es decir aquel asesino que fue odiado por la sociedad tijuanense enardecida por es supuesta violación de la niña Olga ahora comenzaban a creerlo inocente e incluso santo. Algunos sociólogos comentan que el hecho de mitificación del soldado fue por un hecho de identificación, es decir la comunidad se sentía reprimida y victima de la injusticia de un superior.
No queremos juzgar al soldado si fue víctima o criminal, lo que buscamos es entender este proceso de mitificación que la misma gente le dio al soldado, la mitificación se da por una necesidad de vacío religioso que experimenta la gente que emigra hacia Tijuana, ya que en su anterior origen, la tradición era confiarle los problemas a un santo y debido a que en Tijuana no existe alguna devoción a uno de estos santos "oficiales" de la Iglesia Católica, es por eso que la gente crea su propia tradición.
Lo cierto es que a pesar de ser un mito la gente sigue creyendo en Juan Soldado, acuden a pedirle favores a cambio de su devoción y creer en su inocencia. La mayoría de las personas que acuden a Juan Soldado son de escaso recurso económicos, porque muchos piden pasar al otro lado, mejorar su salud, quitarle el marido a otra persona, conquistar a alguien, desear el mal, evitar que pueda salir embarazada, ayudar a adictos, etc.
Patrimonio Cultural
La leyenda de Juan Soldado es Patrimonio Cultural porque tiene un valor histórico e importante para Tijuana. Ya que sea conformado a través de la historia de la ciudad, con la participación de la gente que se ha estado estableciendo temporalmente. Por estos motivos consideramos que es un patrimonio cultural ya que tienen un valor religioso importante para la gente que en busca de la necesidad de creer en un personaje mítico que le pueda ayudar a solucionar su problemas lo han convertido en un santo a su modo.
Es un patrimonio intangible debido a que no se puede observar a simple vista las ideas generadas por los creyentes. La devoción a Juan Soldado es una tradición a partir de la memoria, ideas colectivas generas con su creencia religiosa.
El patrimonio Cultural del culto a Juan Soldado tiene un significado muy especial para sus creyentes, para ellos representa algo muy valiosa, al grado que cada 24 de junio se le realiza una fiesta en su honor. La importancia se ve caracterizada en esta fiesta porque la gente lo ha hecho parte de su vida y religión.
Conclusión
Inocente o culpable Juan Soldado ha logrado una consagración mágico-religiosa, para los miles de personas que transitan por la ciudad con destino a Estados Unidos. Una tradición que busca del pasado un elemento para hacer de él una práctica dentro del los grupos sociales. Juan Soldado representa para muchos la fe, la ilusión de realizar un milagro. Es la parte de la historia del pueblo no reconocida por la Iglesia Católica, su evolución debido al remordimiento de una sociedad que pudo a ver cometido la injusticia de un inocente, la formación de un santo que es parte de la identidad del tijuanense.
Lo cierto es que en el altar muchas son los recados de agradecimientos de supuestos milagros principalmente de personas que quieren pasar al otro lado. Su importancia fue tal que dejo a un lado a la victima que quedo en las sombras y olvido por parte de la sociedad.
Anexos

Entrada a la tumba de Juan Soldado, en el interior se encuentran los restos de Juan Castillo Morales en donde los creyentes le dejan ofrendas. Foto tomada por: Julia Guzmán, el día 3 de octubre de 2008.

Interior de la tumba de Juan Soldado, en donde se pueden ubicar ofrendas, imágenes y cartas donde el creyente pide milagros o da gracias por ellos. Foto tomada por: Julia Guzmán, el día 3 de octubre de 2008.

En el interior de la tumba de Juan Soldado se pueden observar fotografías, piedras y cartas todos ellos son parte de la forma de agradecimiento o de petición por parte de los creyentes. Es interesante observar como muchas fotos de niños se pueden relacionar con los agradecimientos de sus padres. Foto tomada por: Victoria Irineo, el día 10 de noviembre de 2008.

Estos son algunas de las peticiones que se le hacen a Juan Soldado, se puede observar que es una petición con fines perversos. Las peticiones demuestran que las personas hacen peticiones buenas pero también malas, cuyos objetivos es lograr un beneficio. Foto tomada por: Victoria Irineo, el día 10 de noviembre de 2008.

Puestos ubicados en la Avenida Carranza a las afueras del Panteón Número 1. Se puede observar la venta que se realiza a través del culto de Juan Soldado, por ejemplo podemos encontrar veladoras, estampas, pulseras, esculturas, escapularios, rosarios, fotos, llaveros todos ellos por la necesidad de los creyentes por tener un recuerdo de Juan Soldado. Foto tomada por: Julia Guzmán, el día 3 de octubre de 2008.
[1] José Manuel Valenzuela Arce, “Por los milagros recibidos. Religiosidad popular a través del culto a Juan Soldado”, en Decadencia y auge de las identidades. Cultura nacional, identidad cultural y modernización, coord. Por José Manuel Valenzuela Arce (México: El Colegio de la Frontera Norte, Plaza y Valdez, 2000), p. 95.
[2] Ibid.
[3] confederación Regional Obrera Mexicana.
Bibliografía
Libros
José Manuel Valenzuela Arce, “Por los milagros recibidos. Religiosidad popular a través del culto a Juan Soldado”, en Decadencia y auge de las identidades. Cultura nacional, identidad cultural y modernización, coord. Por José Manuel Valenzuela Arce (México: El Colegio de la Frontera Norte, Plaza y Valdez, 2000), pp. 93-106.
Revistas
Vanderwood, Paul. “Una visita al sepulcro de Juan Soldado” Voces de la Península. Revista de geografía e historia de Baja California Vol.1, núms., 3-4 (julio-diciembre 2003): 37-40. Traducción Vereniz Lavenant Martinez.
Rivera, José Gabriel y Saldaña, José. “Religiosidad popular en Tijuana. El culto a Juan Soldado” Calafia Vol. X, núm. 5, (julio-diciembre 2000): 14-24.
Internet
David Ungerleider Kepler sitio web oficial, “Bordo”, http://www.tij.uia.mx/elbordo/vol04/bordo4_soldado.html. (Acceso noviembre 25, 2008)
Fuente: http://patrimoniocultural-estudiantesuabc.blogspot.mx/2008/12/juan-soldado.html
Leyenda del Chupacabras
Chupacabras: la evolución creó una leyenda

Chupacabras
Fotografía de Eric Gay, AP
La leyenda de un misterioso monstruo que chupa la sangre al ganado se extendió en México, el sudoeste de Estados Unidos e incluso China desde mediados de los años 90, cuando se denunció por primera vez la existencia de chupacabras en Puerto Rico.
Ahora los científicos afirman poder explicar estas historias con la ayuda de la teoría de la evolución.
Supuestamente, los chupacabras han sido vistos recientemente, lo que les convierte en monstruos mucho más accesibles para el estudio que, por ejemplo, el monstruo del Lago Ness o Bigfoot.
En la mayoría de los casos, las criaturas han resultado ser coyotes con escabiosis, también llamada sarna, una dolorosa y en ocasiones mortal enfermedad que hace que al animal se le caiga el pelo y se le formen costras en la piel, entre otros síntomas.
Para algunos científicos esta explicación es suficiente. «No creo que haya que buscar más teorías», afirma Barry OConnor, entomólogo de la Universidad de Michigan, que ha estudiado el parásito que causa la sarna (Sarcoptes scabiei).
De la misma manera, el especialista en enfermedades Kevin Keel ha observado imágenes de cadáveres de supuestos chupacabras y afirma que se trata de coyotes, pero comprende que otros no fueran capaces de reconocer a este animal.
«Sigue pareciendo un coyote, pero en una versión bastante distinta», comenta Keel, que forma parte del Southeastern Cooperative Wildlife Disease Study de la Universidad de Georgia.
«Si lo viera en el bosque no habría pensado que se trata de un chupacabras, pero yo he estudiado coyotes y zorros con sarna durante mucho tiempo. Una persona no profesional, en cambio, podría confundirlos».
Evolución de los chupacabras
El Sarcoptes scabiei también es responsable de la sarna en humanos. El ácaro se introduce bajo la piel del huésped (ya sea animal o humano), segrega material de deshecho y deja sus huevos, lo que provoca una reacción inflamatoria del sistema inmunitario.
En humanos la reacción alérgica suele ser una molestia menor, pero en animales como los coyotes, que no han desarrollado defensas efectivas contra el Sarcopte, puede ser mortal.
OConnor cree que es posible que el ácaro haya pasado de humanos a perros domésticos y de éstos a coyotes, zorros y lobos salvajes.
Su investigación sugiere que la razón por la que la respuesta es tan diferente es que los humanos y otros primates han vivido con el ácaro durante gran parte de su evolución, mientras que otros animales no.
«Los primates fueron los primeros huéspedes» del ácaro, afirma OConnor. «Nuestra evolución nos permite mantener controlada la sarna, a contrario de lo que ocurre con otros los animales».
En otras palabras, la evolución de los humanos ha permitido que nuestro sistema inmunitario neutralice la infección antes de que ésta nos neutralice a nosotros.
Según Keel, además, los ácaros también han evolucionado, provocando daños en humanos pero sin llegar a ser mortal, lo que podría convertirnos en seres «no útiles» para ellos.
En animales, en cambio, no han alcanzado ese equilibrio. Por ejemplo, en los coyotes la reacción puede provocar la caída del pelo y la obstrucción de los vasos sanguíneos, además de fatiga general.
¿Una explicación para el mito?
La teoría de que los chupacabras son coyotes sarnosos explicaría por qué se les suele ver atacando el ganado.
«Los animales que sufren esta enfermedad suelen estar muy débiles», afirma OConnor.
«Si no consiguen sus presas habituales, se acercan al ganado, que es más fácil de cazar».
En cuanto a la idea de que chupan sangre como los vampiros, es posible que se trate de una exageración propia de la leyenda.
«Creo que es parte del mito», añade OConnor.
«Evolución» de una leyenda
Loren Coleman, director del Museo Internacional de Criptozoología de Portland (Maine, Estados Unidos) también es de la opinión de que los avistamientos de chupacabras, sobre todo los más recientes, podrían explicarse por la presencia de coyotes o perros sarnosos.
«Aunque no significa que explique todos los aspectos de la leyenda», puntualiza.
Por ejemplo, los más de 200 avistamientos declarados en 1995 en Puerto Rico describían criaturas que no tenían características caninas.
«En 1995 se creía que los chupacabras eran criaturas bípedas que medían aproximadamente un metro de alto y tenían pelo gris, con pinchos en la espalda», afirma Coleman. «Sin embargo, la descripción del monstruo comenzó a cambiar a finales de los 90 debido a errores de traducción en los informes».
Hacia 2000 el chupacabras original ya había sido sustituido por la figura canina: las criaturas bípedas ahora atacan al ganado sobre sus cuatro patas.
«Fue un tremendo error», reconoce Coleman.
«Ahora, con los medios describiéndolos como perros o coyotes sarnosos, ya no se oyen historias como las del principio en Puerto Rico o Brasil. Este tipo de denuncias ha desaparecido y la versión canina se ha multiplicado».
Origen del monstruo: ¿monos o películas de terror?
Entonces ¿cuál es la explicación para la leyenda?
Una posibilidad, según Coleman, es que la gente imaginó cosas tras ver una película de terror alienígena que se estrenó en Puerto Rico el verano de 1995.
«La fecha en la que se estrenó la película Species (Especie mortal) en Puerto Rico, coincide con las primeras denuncias en el país », afirma.
«En la película, la actriz Natasha Henstridge tenía pinchos en la espalda, como los de las primeras descripciones de chupacabras en 1995».
Otra teoría es que las criaturas de Puerto Rico eran en realidad monos rhesus, que suelen incorporarse usando sus patas traseras.
«Estos monos estaban siendo objeto de experimentos en Puerto Rico en ese momento, por lo que podría tratarse de un grupo que hubiera huido», añade Coleman.
«Podría tratarse de algo tan sencillo como esto, o también de algo mucho más interesante, pues en la actualidad se siguen descubriendo nuevas especies de animales».
Fuente: http://www.nationalgeographic.es/noticias/ciencia/chupacabras-la-evolucin-cre-una-leyenda
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El Chupacabras llega a México
El 1 de mayo de 1996 un reportaje en un programa de noticias de la televisión mexicana alertaba a la población sobre el creciente número de mutilaciones animales en las regiones de Jalisco, Sinaloa y Veracruz, especialmente esta última en las poblaciones de Las Trancas, Tlaliscoyan y Nachital, cuya economía gira en torno al ganado caprino.
Sin embargo la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Veracruz no realizó ninguna investigación argumentando que se habían enterado a través de los medios de comunicación. La opinión de los expertos fue que se trataban de ataques de coyotes o murciélagos.
Las primeras especulaciones hablaban de una nueva especie de murciélago gigante de metro y medio de tamaño y un peso de unos 9 kg que podría haber inmigrado procedente de Sudamérica, algo así como los enjambres de abejas asesinas africanas.
José Burria, del Departamento de Agricultura Federal, atribuyó por su parte las muertes a algún coyote o felino, posiblemente exacerbado por la sequía en el norte del país. Claro que no supo indicar por qué no habían ocurrido nunca antes en situaciones semejantes. Mientras, las historias corrían gracias a una prensa siempre ansiosa de aumentar sus dividendos, destacando en esta labor los periódicos Sol de Sinaloa y Sol de Occidente.
El miedo se iba extendiendo y las economías locales percibían los efectos de la poca predisposición a salir de sus hogares, sobre todo de noche, por parte de lugareños de las pequeñas poblaciones del norte de México. Ellos argumentaban que un humanoide mujer-lobo aullaba y gemía en la oscuridad. Este hecho tiene, según se dice, un precedente en la inusual ola de mutilaciones animales que asoló la República Dominicana en 1978. Las noticias de que seres humanos habían sido atacados por el Chupacabras encendió mucho más los ánimos.
Teodora Reyes, vecina del villorrio Alfonso Genaro Calderón (sic), en el estado de Sinaloa, mostró por televisión unas extrañas "marcas de mordiscos", que en realidad parecían laceraciones o quemaduras, producidas por una garra del Chupacabras. Sin embargo ella no fue la única. Ángel Pulido, un granjero radicado en el estado de Jalisco, mostró pinchazos semejantes en su brazo derecho debidos, según señaló, a un gigantesco murciélago que se parecía a una bruja. Y el alud aumenta de volumen conforme progresa por la ladera descendente y aparecen nuevas "víctimas" con pinchazos en puntos diversos del cuerpo y de los que no poseían conciencia.
En el estado de Nayarit, la policia judicial, según se dice, abrió fuego contra un Chupacabras en plena fuga antes de saltar una cerca de 1,80 metros.
Fuente: http://www.escalofrio.com/n/Criptozoologia/El_Chupacabras/El_Chupacabras.php
martes, 25 de marzo de 2014
Leyenda de la Isla de las Muñecas, Xochimilco
causa terror en Xochimilco

El cronista de Xochimilco, Sebastián Flores, relató
que a la "Isla de las Muñecas" se la conoce con ese nombre porque desde
los años cincuenta Julián Santana empezó a protegerse de los malas
espíritus con sus muñecas, que colgaba de los árboles alrededor de su
chinampa.
México, (EFE).- Arboles plagados de muñecas, que pueden observarse
durante un viaje en lancha por los históricos canales de Xochimilco, se
han convertido en amuleto para algunos supersticiosos y en terror para
niños y adultos que pasan por allí.Esos juguetes que causan ternura en las niñas son invocados para ahuyentar a los malos espíritus y mejorar los cultivos, y quien comenzó con esa costumbre fue el campesino mexicano Julián Santana, que durante cincuenta años convivió y conversó con sus muñecas.
Las rumores en esa zona del sur de la Ciudad de México dicen que hace dos años apareció ahogado Santana en su chinampa (huerto flotante en una laguna) y entre las versiones que cuentan los lugareños está la de que fueron las muñecas las que le mataron.
El espacio ha sido acondicionado por la delegación de Xochimilco (una de los 16 vicealcaldías en que se divide la capital mexicana) para contar la historia de ese hombre hosco y solitario, que durante muchos años perdió contacto con familiares y amigos y apareció en la chinampa rodeado de muñecas recogidas de los basureros de la zona.
El cronista de Xochimilco, Sebastián Flores, relató que a la "Isla de las Muñecas" se la conoce con ese nombre porque desde los años cincuenta Julián Santana empezó a protegerse de los malas espíritus con sus muñecas, que colgaba de los árboles alrededor de su chinampa.
"Eran muñecas viejas que colgaba del cuello, algunas como su preferida, 'La Muñeca', la arreglaba con collares y lentes oscuros".
Explicó que, después de la muerte de Santana, se cuentan historias de que el campesino puso las muñecas porque una muchacha se ahogó cerca de su chinampa y por temor a su espíritu él las colgaba para protegerse, sin embargo dijo que en su trato con Julián él nunca le mencionó eso.
"En cambio -prosiguió el cronista- sí me decía que las muñecas lo acompañaban, le platicaban y en ocasiones hasta lo arrullaban para poder dormir".
Según Flores, con el paso del tiempo y los constantes recorridos por los canales, jóvenes universitarios se acercaban a su isla con curiosidad y, poco a poco, el hombre ermitaño los dejó desembarcar en su chinampa y hasta compartió con ellos productos de su huerto.
Agregó que, como una forma de agradecimiento, los estudiantes le regalaban muñecas para decorar su isla.
Santana era vecino del Barrio de la Asunción, donde solía tomar pulque después de vender sus hortalizas, hasta que comenzó a predicar Biblia en mano y fue expulsado del sector.
Sebastián Flores indicó que hace unos días la "Isla de las Muñecas" fue remodelada por la vicealcaldía y la Sociedad Cooperativa de Ecoturismo, para que la gente la conozca.
En el lugar se construyeron tres cabañas para el Museo Tradicional, donde estarán los recuerdos de Julián Santana y sus inseparables muñecas, que ha heredado su sobrino Anastasio Santana Velásquez.
La isla se puede visitar a cualquier hora del día, está ubicada en la laguna de Teshuilo a una hora y media de brazo de remo del embarcadero de Cuemanco, en el sur de la ciudad.
"Pero sin duda el recorrido por el área es mucho más impresionante en las noches de luna llena, porque es una zona donde no hay luz eléctrica y las muñecas colgadas, y llenas de animalitos propios de la fauna saliéndole de la boca, dan cierto terror", indicó el cronista.
Recordó que esa zona de chinampas es famosa porque en 1943 el cineasta mexicano Emilio "Indio" Fernández filmó en ese sitio la película "María Candelaria" con Dolores del Río y Pedro Armendáriz.
Los canales de Cuemanco fueron declarados en 1987 Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco por su tradición y belleza.
Fuentes: http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/82932.la-isla-de-las-munecas-causa-terror-en-xochim.html
Foto: http://laescueladefoto.com/foto-viajes/la-isla-de-las-munecas/
El Casino del diablo, Hermosillo
(Por Ingrid Cristina Atondo Robles)
Todos los jóvenes estaban muy entusiasmados por asistir, sobre todos las muchachas quienes se arreglaban de una forma muy especial. Duraban días buscando el mejor vestido, horas haciendo su peinado y sin más decir. sus mejores zapatos para bailar toda la noche con algún muchacho. Muchas de ellas llegaban a pensar que encontrarían al amor de su vida.
Ese día una joven llamada Linda, tenía muchas ganas de ir a ese baile, tanto que duró días buscando el mejor vestido y tardó varias horas en arreglarse para convertirse en la joven más bonita del lugar. Al terminar de arreglarse fue con su mamá para avisarle que ya se iría al famoso baile, pero la mamá de Linda no la dejó ya que ella estaba en cama muy enferma y según su madre no le había dado pedido antes. Linda se había molestado mucho porque no podría ir al baile, se fue a su cuarto y duró unas horas encerrada hasta que no aguanto más.
Decidió escaparse por la ventana de su cuarto, para esto ya tenía a sus amigos fuera de su casa. La estaban esperando para irse. Llegaron al baile, entraron muy contentos y lo mejor aún es que tocaría una de las mejores bandas de la época. Linda era una joven soltera y sin compromisos.
Linda se convirtió en la joven más bonita de toda la noche, tenía varias propuestas para bailar pero ella no las aceptaba ya que estaba esperando al hombre mas guapo, caballeroso, y con un gran aroma.
De pronto entre la multitud salió un guapo muchacho de cabello negro, ojos enormes, vestido elegantemente, nadie conocía al joven apuesto, todos se preguntaban quién era. El joven invitó a bailar a Linda, ella aceptó rápidamente y dijo que era a quien ella estaba esperando. Se fueron al centro de la pista para bailar toda la noche.
A la media noche mientras bailaban Linda sentía mucho calor, sentía que algo la quemaba en su espalda, voltio a ver y miró una mancha en su vestido, así que decido ir al baño a quitarse esa mancha pero al llegar y verse bien el vestido aquella mancha no era una mancha, tenía pintada la mano de aquel apuesto y caballeroso hombre estaba marcada en su vestido. Ella pensó que era una simple mancha de su mano, así volvió a la pista de baile y terminó de bailar con aquel hombre. Después un hubo un fuerte olor a azufre, comenzó a aumentar la temperatura. Todas las personas que estaban presentes en el baile miraron hacia el centro de la pista.
Para encontrarse ante los ojos de todos una pata de gallo y otra de cabra que les salían al joven del pantalón. Linda se desmayó de la impresión. Comenzó a salir mucho humo y desapareció el joven. Ttodos los presentes salieron corriendo hasta que el casino quedó en llamas. Pero lo más curioso es que sólo quedaron las paredes que aún se ven a lo lejos de la ciudad.
No se supo que pasó con Linda, mucho menos quién era ese misterioso hombre, muchos dicen que fue internada tras una crisis nerviosa, otros que está con el demonio. Después de lo que sucedió ese día el casino cerró sus puertas ya no se volvió a realizar ningún evento.
El casino se encuentra actualmente en un cerro, a la vista de cualquier hermosillense, hay casas, edificios, pero es habitado muy poco ese sector por miedo a que vuelva a suceder algo similar, aunque estén solo las paredes del casino.
Se fueron a realizar entrevistas a los vecinos del casino o a los testigos .Se encontraron con varias versiones de la leyenda. La señora Refugio Martínez dice que como a la tercera pieza la muchacha comenzó a sentir algo que la quemaba y allí se dio cuenta que al joven le salía una pata de gallo y otra de cabra.
Fuente: http://www.escuelacima.com/leyendasdehermosillo.html

Cuenta la leyenda que hace
muchos años atrás en la ciudad de Hermosillo, Sonora ocurrió una
especie de aparición extra normal del diablo. La historia dice que en
un casino de la colonia Country Club, que era un lugar para fiestas, un
31 de diciembre se ofreció una gran fiesta de año nuevo. Este lugar
era el más llamativo y la sensación en esos tiempos, a donde acudían
todos los jóvenes de cualquier tipo de nivel social a bailar y
disfrutar del ambiente y de una noche de diversión.
Todos los jóvenes estaban muy entusiasmados por asistir, sobre todos las muchachas quienes se arreglaban de una forma muy especial. Duraban días buscando el mejor vestido, horas haciendo su peinado y sin más decir. sus mejores zapatos para bailar toda la noche con algún muchacho. Muchas de ellas llegaban a pensar que encontrarían al amor de su vida.
Ese día una joven llamada Linda, tenía muchas ganas de ir a ese baile, tanto que duró días buscando el mejor vestido y tardó varias horas en arreglarse para convertirse en la joven más bonita del lugar. Al terminar de arreglarse fue con su mamá para avisarle que ya se iría al famoso baile, pero la mamá de Linda no la dejó ya que ella estaba en cama muy enferma y según su madre no le había dado pedido antes. Linda se había molestado mucho porque no podría ir al baile, se fue a su cuarto y duró unas horas encerrada hasta que no aguanto más.
Decidió escaparse por la ventana de su cuarto, para esto ya tenía a sus amigos fuera de su casa. La estaban esperando para irse. Llegaron al baile, entraron muy contentos y lo mejor aún es que tocaría una de las mejores bandas de la época. Linda era una joven soltera y sin compromisos.
Linda se convirtió en la joven más bonita de toda la noche, tenía varias propuestas para bailar pero ella no las aceptaba ya que estaba esperando al hombre mas guapo, caballeroso, y con un gran aroma.
De pronto entre la multitud salió un guapo muchacho de cabello negro, ojos enormes, vestido elegantemente, nadie conocía al joven apuesto, todos se preguntaban quién era. El joven invitó a bailar a Linda, ella aceptó rápidamente y dijo que era a quien ella estaba esperando. Se fueron al centro de la pista para bailar toda la noche.
A la media noche mientras bailaban Linda sentía mucho calor, sentía que algo la quemaba en su espalda, voltio a ver y miró una mancha en su vestido, así que decido ir al baño a quitarse esa mancha pero al llegar y verse bien el vestido aquella mancha no era una mancha, tenía pintada la mano de aquel apuesto y caballeroso hombre estaba marcada en su vestido. Ella pensó que era una simple mancha de su mano, así volvió a la pista de baile y terminó de bailar con aquel hombre. Después un hubo un fuerte olor a azufre, comenzó a aumentar la temperatura. Todas las personas que estaban presentes en el baile miraron hacia el centro de la pista.
Para encontrarse ante los ojos de todos una pata de gallo y otra de cabra que les salían al joven del pantalón. Linda se desmayó de la impresión. Comenzó a salir mucho humo y desapareció el joven. Ttodos los presentes salieron corriendo hasta que el casino quedó en llamas. Pero lo más curioso es que sólo quedaron las paredes que aún se ven a lo lejos de la ciudad.
No se supo que pasó con Linda, mucho menos quién era ese misterioso hombre, muchos dicen que fue internada tras una crisis nerviosa, otros que está con el demonio. Después de lo que sucedió ese día el casino cerró sus puertas ya no se volvió a realizar ningún evento.
El casino se encuentra actualmente en un cerro, a la vista de cualquier hermosillense, hay casas, edificios, pero es habitado muy poco ese sector por miedo a que vuelva a suceder algo similar, aunque estén solo las paredes del casino.
Se fueron a realizar entrevistas a los vecinos del casino o a los testigos .Se encontraron con varias versiones de la leyenda. La señora Refugio Martínez dice que como a la tercera pieza la muchacha comenzó a sentir algo que la quemaba y allí se dio cuenta que al joven le salía una pata de gallo y otra de cabra.
Fuente: http://www.escuelacima.com/leyendasdehermosillo.html
lunes, 17 de marzo de 2014
Leyenda de la Bufadora, Ensenada
Aquellos que no sepan donde se encuentra la bufadora, está localizado a 29 km al sur de Ensenada, en Punta Banda, Baja California, México.
Comenzemos primero por explicar ¿QUÉ ES LA BUFADORA?
Cuando las olas son más violentas, éstas convergen directamente en una cueva en la base del arrecife mediante un cañón submarino que les sirve de embudo aumentando su fuerza. El agua y el aire succionado son entonces forzados a salir a través de la única salida... una angosta hendidura en la roca.
Es entonces cuando este fenómeno natural llega a su clímax.
Un espectacular chorro de agua estalla con fuerza hacia arriba, convirtiéndose en millones de gotas que caen sobre los espectadores.
Casi cada minuto agua y aire son lanzados hacia arriba produciendo un tremendo bufido. Precisamente este es el orígen de su nombre... Bufadora.
En ocasiones el chorro de agua llega a los 28 metros sobre el nivel del mar y es el primero en más altura después del de Hawaii. (Existen 3 en todo el mundo; Hawaii, México y Tahiti)

SU LEYENDA
Como cada año las ballenas emigran de las aguas frías del norte a las aguas tibias del sur, se cree que una ballena bebé se separó del grupo para explorar las costas. Muy posiblemente debido a su inexperiencia, la pequeña ballena se quedó atorada entre las rocas. A pesar de gritar durante horas al grupo, sus compañeros no la escuchaban, por lo que decidió reunir fuerzas y lanzar un chorro de agua, después otro y otro para llamar la atención.
Sin embargo, el lugar en donde se había atorado estaba muy escondido y las otras ballenas dieron por perdida al pequeño cetáceo, continuando su camino.
Después de algún tiempo, la ballena se convirtió en piedra hasta fusionarse con las rocas que la habían atrapado.
El único rastro que de ella quedó fue el chorro de agua intermitente que aún pide auxilio en medio de las rocas.


Bueno, ahora que sabes su leyenda y su explicación científica sobre lo
que es la bufadora, te dejo un par de imágenes que espero y sea de su
agrado.








Fuente: http://www.taringa.net/posts/turismo/11610462/La-Bufadora-y-su-leyenda.html
Comenzemos primero por explicar ¿QUÉ ES LA BUFADORA?


Cuando las olas son más violentas, éstas convergen directamente en una cueva en la base del arrecife mediante un cañón submarino que les sirve de embudo aumentando su fuerza. El agua y el aire succionado son entonces forzados a salir a través de la única salida... una angosta hendidura en la roca.
Es entonces cuando este fenómeno natural llega a su clímax.
Un espectacular chorro de agua estalla con fuerza hacia arriba, convirtiéndose en millones de gotas que caen sobre los espectadores.
Casi cada minuto agua y aire son lanzados hacia arriba produciendo un tremendo bufido. Precisamente este es el orígen de su nombre... Bufadora.
En ocasiones el chorro de agua llega a los 28 metros sobre el nivel del mar y es el primero en más altura después del de Hawaii. (Existen 3 en todo el mundo; Hawaii, México y Tahiti)

SU LEYENDA


Como cada año las ballenas emigran de las aguas frías del norte a las aguas tibias del sur, se cree que una ballena bebé se separó del grupo para explorar las costas. Muy posiblemente debido a su inexperiencia, la pequeña ballena se quedó atorada entre las rocas. A pesar de gritar durante horas al grupo, sus compañeros no la escuchaban, por lo que decidió reunir fuerzas y lanzar un chorro de agua, después otro y otro para llamar la atención.
Sin embargo, el lugar en donde se había atorado estaba muy escondido y las otras ballenas dieron por perdida al pequeño cetáceo, continuando su camino.
Después de algún tiempo, la ballena se convirtió en piedra hasta fusionarse con las rocas que la habían atrapado.
El único rastro que de ella quedó fue el chorro de agua intermitente que aún pide auxilio en medio de las rocas.











Fuente: http://www.taringa.net/posts/turismo/11610462/La-Bufadora-y-su-leyenda.html
La Taconcitos, Guadalajara
Hace aproximadamente treinta años, empezó el rumor en la colonia
Floresta que por las noches de luna nueva aparecia una señorita
caminando de prisa, se empezaban a escuchar sus pisadas desde el crucero
que se encuentra a la entrada de la localidad y se perdian en la
alcantarilla.
Sus pisadas eran algo especial, pues se escuchaban como el caminar de las mujeres con zapatillas.
Quien escuchaba sus pisadas, sentía que la carne se le ponía de gallina y al mismo tiempo un frío inmenso invadía todo el cuerpo que impedía voltear a verla.
Los que lograban verla por cualquier circunstancia se ponian enfermos de fiebre y con una mirada tenebrosa.
Se sabe que la señorita, tenía un cuerpo digno de una modelo, pues siempre iba vestida elegantemente, con sus clásicas zapatillas. El rostro jamás ha sido descubierto por alguien , por eso se le apoda: La Taconuda
Se dice que a esa persona en la era de los cristeros la asesinaron. Que ella tenía un pendiente que no ha resuelto, por eso sus pasos son apresurados, porque ella quiere terminar sus asuntos.
Normalmente se les aparece a los que no hacen nada, para que le ayuden a resolver sus cosas, pues ella supone que tendran tiempo suficiente para ayudarla.
Dicen que es por eso que la gente ya no se pone como antes a sentarse a descansar por ese rumbo, por temor a escuchar sus pasos y peor aún, encontrársela.
Sus pisadas eran algo especial, pues se escuchaban como el caminar de las mujeres con zapatillas.
Quien escuchaba sus pisadas, sentía que la carne se le ponía de gallina y al mismo tiempo un frío inmenso invadía todo el cuerpo que impedía voltear a verla.
Los que lograban verla por cualquier circunstancia se ponian enfermos de fiebre y con una mirada tenebrosa.
Se sabe que la señorita, tenía un cuerpo digno de una modelo, pues siempre iba vestida elegantemente, con sus clásicas zapatillas. El rostro jamás ha sido descubierto por alguien , por eso se le apoda: La Taconuda
Se dice que a esa persona en la era de los cristeros la asesinaron. Que ella tenía un pendiente que no ha resuelto, por eso sus pasos son apresurados, porque ella quiere terminar sus asuntos.
Normalmente se les aparece a los que no hacen nada, para que le ayuden a resolver sus cosas, pues ella supone que tendran tiempo suficiente para ayudarla.
Dicen que es por eso que la gente ya no se pone como antes a sentarse a descansar por ese rumbo, por temor a escuchar sus pasos y peor aún, encontrársela.
viernes, 7 de marzo de 2014
Leyenda de Pascualita, el maniquí viviente de Chihuahua.
La novia más bella de Chihuahua
Paseando por las calles de Chihuahua, uno quizás pierda la noción del tiempo y ni tan siquiera se percate de que el sol ya se ha escondido y de que las ajetreadas y transitadas calles van quedando ya solitarias, mientras se escuchan los estridentes chirridos del bajar de persianas de los últimos comercios que van cerrando sus puertas.Quizás, y solo quizás, nuestros errantes pasos nos lleven hasta la Avenida Ocampo donde la luz brillante de un escaparate, esquina con la calle Victoria, atraiga nuestra atención y nos invite a averiguar lo que allí se expone. Es posible que al descubrir tras el cristal a un maniquí vestido de novia una extraña sensación nos invada y nos quedemos contemplando durante largo tiempo hasta el más mínimo detalle de sus facciones. Puede pasar que, mientras observamos los detallados surcos que recorren sus manos, nos parezca ver por el rabillo del ojo un movimiento sutil de su cabeza.
.
Con toda seguridad alzaremos la vista rápidamente y tras dudar unos
segundos, sonreiremos imaginando que todo ha sido fruto de nuestra
imaginación y emprenderemos de nuevo nuestro camino. Puede ser que esa
misma noche, al acostarnos y volver a recordar lo sucedido, nos vuelvan a
asaltar las dudas y nos sorprendamos al recordar que al marcharnos de
allí el maniquí sonreía, cosa que no hacía cuando lleguemos.Al día siguiente, todavía con esa mirada de cristal en nuestras retinas, le contemos lo sucedido al camarero del bar de la esquina mientras nos sirve el primer café de la mañana y este, mientras nos da una palmada en el hombro nos felicite y nos diga:
- Vaya, eres un hombre con suerte. No ha todo el mundo le sonríe la Pascualita.
.
La leyenda de Pascualita o “la Chonita”, se ha ganado con el paso de
las décadas el estar en los primeros puestos del imaginario colectivo y
legendario de México. Como toda buena leyenda que se precie, su
origen es un tanto confuso y sus ramificaciones son muchas y variadas.En su base, podemos contar que Pascualita está en el aparador de “La Popular” (que se considera la mejor tienda de vestidos de novia de Chihuahua), desde el 25 de marzo de 1930. El maniquí fue traído de Francia, comprado por la dueña del negocio, la señora Pascualita Esparza Perales de Pérez. Desde el primer día, todo aquel que pasaba ante el aparador de La Popular se quedaba maravillado por la belleza del maniquí, que no tardó en tener nombre propio. La dueña la nombró Chonita, porque había llegado a la tienda el día de la encarnación, pero el populacho tenía más fuerza y acabó por ser conocida por el nombre de su dueña, Pascualita (se puede leer que el maniquí tenía un gran parecido con su dueña, y de ahí el apodo). La cuestión es que el maniquí se convirtió en una especie de icono, teniendo en cuenta que los maniquíes de la época poco o nada tenían que ver con éste, realizado con sumo cuidado con cera, ojos de cristal y pelo de verdad insertado de forma artesanal. No es de extrañar que se le otorgara el título de la Novia más bonita de Chihuahua, título que continúa ostentando hoy en día.
Hasta aquí, todo entra dentro de lo normal y lógico, pero en algún momento inconcreto que podríamos situar en la década de los sesenta, comienzan a circular rumores en Chihuahua sobre Pascualita que van más allá de su belleza cerúlea. Unos dicen que la han visto moverse, otros que mientras la contemplaban ella sonrió e incluso se escuchan rumores de que durante la noche, Pascualita baja de su peana y se pasea por el interior de la tienda, quizás buscando vestidos más bonitos que lucir.
.
Estos rumores van a más cuando fallece su dueña, en 1967. Entonces
son muchos los que aseguran que su espíritu queda encerrado en su
querido maniquí y allí sigue desde entonces, mostrándose solo en
contadas y sutiles ocasiones. Lejos de caer en el olvido, la leyenda de
Pascualita continúa tan viva como el primer día y los reportes de gente
que asegura ver sus gestos y sus movimientos continúa hoy en día.Una mujer recibió un balazo en la calle justo delante de ella y aseguró que fue ella la que la salvó de la muerte y como agradecimiento la enciende velas periódicamente desde entonces. Otros, enamorados quizás del maniquí, contratan a músicos para que la ronden y no se siente sola…
Otra versión de la leyenda, no menos interesante, cuenta que la hija de Pascualita falleció el día de la boda justo cuando se encontraba ante el altar y que la madre, dolida y apenada por la perdida, decidió embalsamar el cadáver, vestirlo de novia y tenerlo siempre junto a ella. Esta versión es poco creíble, no sé si alguien podrá corregirme, pero por lo que he podido encontrar, Pascualita solo tuvo un hijo y fue niño.
El maniquí, que en sus mejores tiempos llegaba a congregar a grandes cantidades de público ante la tienda, parece que también fue revisado por las autoridades, supongo que por aquello de la ilegalidad de tener a un muerto en un escaparate y el veredicto fue negativo, cera y plástico.
Fuere como fuere, la cuestión es que todos los dueños de “La Popular” han guardado celosamente el secreto de su maniquí Pascualita, y que el único milagro comprobado son los beneficios que desde hace muchas décadas le ha reportado ya que el vestido más vendido de la tienda siempre es el que luce Pascualita, pues se dice que la novia que se casa con ese vestido tiene asegurado un porvenir feliz y sin apuros.
Fuente: http://tejiendoelmundo.wordpress.com/2011/01/25/la-leyenda-de-pascualita-el-maniqui-viviente-de-chihuahua/
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